A pesar de que luego de la implementación de la tarjeta magnética el nivel de inseguridad había descendido en casi su totalidad, en los últimos 90 días la preocupación volvió a apoderarse de los choferes puesto que la delincuencia volvió a golpear al servicio de transporte urbano de pasajeros. Esta vez con mayor violencia.
“Hace tres meses volvimos a tener este problema. No asaltan únicamente al chofer, sino también a los pasajeros. Hubo casos de pasajeros heridos, que los bajaron del colectivo y les quitaron sus pertenencias”, describió Cesar González, titular de la UTA en Tucumán. “Están sucediendo hechos muy agresivos. Tuvimos compañeros que han sido heridos con arma blanca”, agregó.
Como resultado de la reunión, el jefe de la Regional Capital, el comisario Ricardo
Alderete, y el comisario Luis Bacas, jefe de la Dirección General de Prevención
Ciudadana, se comprometieron a reforzar la presencia de móviles en las zonas
definidas como críticas por los colectiveros.
No obstante, los mismos choferes reconocen que el problema radica más en la Justicia que en la
prevención del delito. “En la mayoría de los casos la policía actúa rápido y se
detiene a los ladrones, pero en 24 o 48 horas están libres”, explicaron. En
rigor, desde la UTA solicitarán ahora una audiencia con el ministro Fiscal,
Edmundo Jiménez, para solicitarle
mayores garantías de seguridad.
Luego del mitin, el gremio se declaró en estado de alerta y movilización, y amenaza con paralizar la totalidad de los servicios si no obtienen respuestas concretas a sus planteos. “La respuesta que esperamos es tener garantías de que podremos hacer nuestro trabajo. La Policía tiene que tener la garantía de que, cuando los detengan, los ladrones no van a ser liberados”, agregó González.