Inicio / Sociedad / ABERRANTE

Abusó sexualmente de un cadáver y robó el dinero de donaciones

- -
Ocurrió en la Morgue del hospital San Vicente de Paúl de Orán, Salta. Ampliar
Ocurrió en Salta en el hospital San Vicente de Paúl de Orán. El cuerpo es de una mujer, al que debían hacerle una autopsia. Intervino el 911, porque no había policías en la guardia. El hecho provocó gran conmoción.

Un espeluznante y misterioso caso de necrofilia se produjo en horas de la madrugada de ayer en la morgue del hospital San Vicente de Paúl, de la ciudad de Orán, donde un joven de 22 años fue hallado abusando sexualmente del cadáver de una mujer, cuya muerte paradójicamente se produjo en circunstancias aún no esclarecidas.

El hecho que conmocionó a la ciudad del norte de la provincia se produjo cerca de las 3 de la madrugada, cuando un enfermero del hospital San Vicente de Paúl sintió ruidos extraños en el subsuelo del hospital, donde funciona la morgue.

El empleado de la salud se dirigió al lugar y sorprendió a un joven de 22 años, con domicilio en el barrio Patrón Costas, sobre el cadáver de una joven mujer fallecida en la localidad de Isla de Cañas en circunstancias que aún se investigan.

Un solo acceso, nadie lo vio: el joven que fue detenido por el 911 ingresó a la madrugada. En su mochila encontraron, entre otras cosas, una frazada propiedad del hospital.

El sujeto, sorprendido en un acto de necrofilia -según testimonios recogidos en los pasillos del hospital público-, se ofuscó con el enfermero al punto tal que éste, horrorizado por la escena, intentó en vano llamar a los efectivos policiales que debían estar en la guardia del nosocomio y, finalmente, convocó al 911 para que la fuerza pública hiciera desistir al joven de seguir profanando los restos de la mujer.

Los uniformados lo redujeron de inmediato. Luego lo identificaron como F.P., quien había ingresado a ese lugar supuestamente por la guardia, único acceso al hospital habilitado a esa hora de la madrugada.

Al ser demorado, el sujeto dijo que había descendido de un ómnibus interurbano que había abordado en la localidad de Hipólito Yrigoyen, y que lo hizo enfrente del hospital San Vicente de Paúl, a las 3.30.

Las versiones que circularon en la ciudad norteña aseguraban que el sujeto explicó a los policías que sintió "un llamado insaciable de tener sexo en ese hospital", llamado que no pudo soportar y se dirigió presuroso hacia el interior del mismo.

Al parecer nadie vio cuando el joven ingresó, ni menos cuando sorteó varios pasillos hasta llegar al que conducía directamente a la morgue.

La fuente dijo que no se pudo esclarecer si conocía el hospital por dentro, ya que en el supuesto derrotero no equivocó el camino hasta llegar al subsuelo.

Se supo, además, que el muchacho no tenía vínculo alguno con la mujer fallecida, quien residía en el municipio de Isla de Cañas, distante a 110 kilómetros de la ciudad de Orán.

Saqueó al santo protector

Una fuente fidedigna aseguró que, al momento de su detención, el joven tenía en su poder una mochila en la que portaba una frazada y billetes de todas las denominaciones, que se cree eran las donaciones que ofrendan a San Vicente de Paúl los enfermos y familiares cuando obtienen el alta.

La conmoción en la ciudad se hizo realidad en las primeras horas de la mañana cuando los más de 100.000 habitantes comenzaron a exigir explicaciones públicas a través de las redes sociales y las FM de la ciudad.

Muchos aseguraron que el macabro episodio, único en la historia de la ciudad, se trató de un lapso de insania mental que llevó al joven a cometer un acto inhumano y repudiable.

Otros, en tanto, místicos como las culturas de las muchas etnias que habitan el departamento de Orán, al enterarse de que el cadáver profanado pertenecía a una mujer que en vida se decía "hablaba con Satanás" y que las dudosas causas de su deceso habían llevado a judicializar el caso, condimentaron aún más las versiones al asombrado público.

Investigaciones

En las primeras horas de la mañana la fiscal penal 3 Claudia Carreras llegó hasta las instalaciones del hospital San Vicente de Paúl, donde recogió testimonios y pruebas del hecho que conmociona a la opinión pública.

Además, fuentes policiales aseguraron ayer que la fiscal Carreras impuso secreto de sumario a las actuaciones y la prohibición de brindar detalles de la investigación y de los sumarios internos abiertos por una serie de irregularidades en cuanto a la seguridad del hospital que desnudó el caso de necrofilia descubierto por un enfermero en la madrugada.

Trascendió que a la hora en la que el joven profanó el cadáver, éste ya había sido objeto de una autopsia y se hallaba a la espera de un segundo examen forense para tomar muestras anatomopatológicas, que llevaría a develar el porqué de la muerte súbita de la mujer.

Había sufrido desnutrición severa

Fuentes de la ciudad de Orán deslizaron ayer que la mujer, cuyos restos mortales fueron profanados en la morgue del hospital público, sufrió en vida los efectos de una desnutrición severa. Su cuerpo, a los 41 años, solo medía 1,40 m y pesaba 45 kilos.

La fuente, cercana a las fuerzas públicas, dijo que el cuerpo de la mujer estaba judicializado, es decir que debía contar con una consigna policial fija hasta tanto los forenses elevaran los informes exigidos por la fiscalía que entiende en la investigación abierta en origen acerca de su deceso súbito.

Trascendió que existe un informe de Isla de Cañas que da cuenta de que la mujer alucinaba y en su vuelo mental aseguraba a quien quisiera oírla que se comunicaba con el mismísimo diablo. 

De estas versiones originadas en el mismo pueblo de donde procedía la mujer hicieron del escandaloso hecho un misterio de muchas aristas.

Cimentando sin querer estas hipótesis, se supo que la fiscal actuante ordenó un examen psiquiátrico urgente al hombre detenido cuyos resultados se esperan para las próximas horas.

Uno de los profesionales del hospital San Vicente de Paúl, dijo que no le caben dudas de que el muchacho -en su plenitud física- pudiera estar sufriendo una enfermedad mental y para graficar su diagnóstico a distancia dijo que el cadáver ya había sido objeto de una práctica forense y se hallaba, además de congelado, con las improntas propias de una autopsia por lo que su profanación evidentemente necesitaría de la ayuda de una estructura mental especial o en otro caso enferma. (Fuente: El Tribuno)