Las cuadrillas que procuran limpiar el barro que arrastró el alud en localidades jujeñas de Volcán y Tumbaya buscan recuperar el ritmo de tareas tras la fuerte lluvia del sábado, que acumuló 40 milímetros de agua y obligó a interrumpir el paso a pie que habían habilitado.

Las zonas castigadas por el temporal, que dejó al menos cuatro muertos y más de 1.700 damnificados, fueron recorridas este fin de semana por el gobernador, Gerardo Morales, y la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, que puso en marcha un plan de emergencia para asistir a los damnificados.

Funcionarios jujeños explicaron que el caudal del río Tumbaya "causó algunos daños, ya que rompió las defensas que se estaban construyendo" y "cortó la ruta nacional 9 en dos partes, lo que obligó a realizar una interrupción preventiva en la bajada de Purmamarca".

En Volcán, donde esa ruta continúa cortada, el agua "aflojó el barro e interrumpió la pasada para peatones y cuatriciclos, por lo que se está trabajando con máquinas para retirar el material y habilitarlo de nuevo", dijo.

Con la entrega de suministros e insumos sanitarios, el traslado de personas con problemas de salud en helicóptero hasta la capital y la reconstrucción de edificaciones dañadas, el Gobierno puso en marcha un plan de emergencia para mitigar la situación de los pobladores por los destrozos que provocó el alud. (Télam)