El  “Changuito Meón”, una pequeña escultura que durante años convocó a distintas generaciones de aguilarenses a posar para una foto, como un distintivo propio del centro de la ciudad, fue totalmente restaurada y renovada. 

Rodeada por una fuente cuenta con un sector nuevo con bancos, mosaicos y   luces led, que la dan, sobre todo noche, un toque especial al paseo.

“La obra tiene tecnología de avanzada, luces en led, se cambió el piso, la fuente se preservó de la misma forma y va a funcionar de 8 a 11 de la noche”, explicó la intendenta de Aguilares,  Elia Mansilla, quien además  felicitó a las arquitectas  que trabajaron en la restauración de la fuente. “Las felicito a ellas y a todos los que han trabajado y nos han dejado esto que es maravilloso”.

El “Changuito meón”, es un obra del artista tucumano Juan Carlos Iramain y tiene unos 60 centímetros, fue esculpido en cemento, está pintado y vestido con pantalón cortito, sostenido por un solo tirador que atraviesa en diagonal su torso desnudo. Es flaquito, está descalzo, sobre un montículo de piedras pegadas, un poquito encorvado, sosteniendo con sus manitos su pene. Su inauguración provocó polémica porque muchos lo consideraban un mal ejemplo. Sin embargo, con el paso del tiempo, los aguilarenses se fueron “encariñando” con la escultura, 

“La obra es de Juan Carlos Iramain, creador del Cristo bendicente de San Javier entre tantas obras, fue restaurada por la artista local Angelita Malica. A la fuente original se le realizó un complemento en un estilo moderno y se agregaron luces, aguas danzantes, nuevo piso, asientos para admirar la obra, e iluminación nueva” señaló el secretario de Gobierno del municipio sureño, Juan Chehín, durante la inauguración el pasado martes 14 de noviembre.