Tras el final del paro que dejó a los tucumanos sin servicio de transporte público durante 26 horas, los empresarios volvieron a insistir en la necesidad de un incremento en el precio del boleto. Según advirtieron, la situación de las empresas es inviable con las condiciones actuales y la demora en actualizar el valor del servicio está llevando la actividad al colapso.

“La actividad sigue en crisis y si no se toma una solución de fondo en la actualización de tarifas en el transporte público de pasajeros y en políticas de reducción de tasas e impuestos, nuestra actividad va a colapsar”, advirtió Jorge Berreta, vicepresidente de AETAT, al término de un encuentro con los dirigentes de UTA, que desembocó en el fin –por ahora- del conflicto salarial que mantenían con los choferes.

En este marco, el empresario explicó que “el 65% de todo lo que ingresa a las empresas está destinado a pagar todo lo que emerge de los salarios y cargas sociales. Cualquier actividad es inviable en este margen. El 35% que queda es para afrontar cuotas, tasas, gasoil, etc”.

En cuanto a los cuestionamientos que vertió el secretario de Gobierno, Walter Berarducci, que acusó a los dueños de las líneas de colectivos de realizar un “lock out” para presionar al Intendente, Germán Alfaro, por la suba del boleto, Berreta los catalogó como “irrespetuosos”, “tendenciosos” y “fuera del lugar”. “Esto de ninguna manera fue un lock-out. Lock-out hubiese sido si nosotros no entregamos las unidades a los choferes para que cumplan el servicio”, justificó.

Berarducci había apuntado contra los empresarios por permitir que salieran las unidades de los galpones cuando ya se sabía de antemano del paro. Esto permitió que los choferes estacionaran los coches en puntos clave de la ciudad, generando un caos vehicular “sin precedentes” en el centro de la ciudad. Ante esto, el funcionario acusó de que hubo “complicidad” entre empresarios y choferes “con el fin de presionar al Intendente para que otorgue un incremento de las tarifas”.

En respuesta a esto, Berreta explicó que “una vez que los vehículos salen de la empresa, son potestad de los choferes”. Y aclaró que era imposible para los empresarios retirar los vehículos “porque no teníamos como hacerlo”. “Dependemos de los trabajadores y ellos son los que tomaron estas medidas”, remarcó, y argumentó: “estamos luchando por conservar unos 4 mil puestos de trabajo. Desde el último aumento que se nos otorgó creció un 85% acumulado el mayor gasto que tenemos que es el combustible. No estamos en una situación diferente a la que viven en Córdoba y ellos tienen un boleto de $15,30 desde enero”.