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Un sistema que ocasionó más dolores de cabeza que soluciones

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El botón antipánico viene acarreando falencias desde su debut en 2016. A cargo de la empresa ATOS no logró funcionar bien nunca. Solo operó de manera correcta por un período corto de tiempo, cuando estuvo en manos de otra empresa.

Ya en mayo del año pasado, desde el gremio de UTA aseguraban que el sistema jamás había funcionado correctamente. Los botones se disparaban solos, registrándose más de 100 por día, cuando el promedio normal es de aproximadamente 30 por mes. Tras una inspección exhaustiva realizada en ese momento, se dio a conocer que los GPS de la empresa ATOS no eran compatibles con los de la Policía, lo que puso evidencia que el sistema nunca funcionó correctamente, y echando por tierra las estadísticas que brindaban desde la secretaría de Seguridad -por ese entonces a cargo de Paul Hofer- que señalaban una disminución considerable de asaltos como resultado positivo de la implementación de los botones. “Si se redujeron los asaltos puede haber sido una mera casualidad porque el sistema nunca funcionó correctamente”, había remarcado en ese momento el titular de UTA, César González. 

A partir de allí, se cambió de empresa y la situación se normalizó, al menos hasta fines de 2017, cuando por falta de pago la firma dejó de brindar el servicio. En enero, nuevamente ATOS se hizo cargo del sistema de seguridad de las unidades del transporte urbano y los problemas comenzaron otra vez.

Ahora, y tras una reunión que mantuvieron todas las partes involucradas en el Ministerio de Seguridad, en Casa de Gobierno, se fijó como plazo máximo para que el sistema este operativo el próximo miércoles 28 de febrero. Hasta ese día la empresa se comprometió en resolver todas las falencias. Caso contrario, se analizarán qué medidas adoptar para mejorar la protección de los choferes y pasajeros de las líneas urbanas, entra las cuales se podría barajar la posibilidad de optar por otra empresa para que controle el servicio.

Cabe recordar que la implementación de los botones antipánico, que nació como parte de una gestión conjunta entre el gremio, los empresarios de AETAT y la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, permite acortar los plazos de acción de la Policía, conectando los GPS que portan los colectivos con los de la fuerza.

El botón antipánico, según aseguran desde la cartera de Seguridad, permitió reducir de manera considerable los asaltos durante los meses que estuvo en funcionamiento. Según los registros del gremio, desde que dejó de funcionar, sólo en la capital, ocurren 8 asaltos por semana. Estos números crecen exponencialmente se si se tiene en cuenta toda la provincia. “Tenemos un asalto por día en el interior de la provincia”, aseguraron desde UTA.