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El descuido de Schiaretti fortaleció a Manzur

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Manzur consiguió recursos ante el descuido de Schiaretti. Ampliar
La compensación de los 4.125 mil millones de pesos para las provincias que firmaron el pacto fiscal, no surgió por buena voluntad y arrepentimiento de la Casa Rosada. Se debió a los reflejos políticos de Juan Manzur ante el descuido del gobernador de Córdoba Juan Schiaretti.

En política nada es casual, nada es improvisado, aunque sí existen descuidos y esos entretenimientos pueden generar fortalecimientos para algunos y debilitamiento para otros.

La famosa compensación de los 4.125 mil millones de pesos que prometió la Casa Rosada a las provincias que firmaron el pacto fiscal y que se ven afectadas por el DNU que les quita el 30 por ciento de la recaudación de los derechos de exportación a la soja, no surge por iniciativa del gobierno nacional, ni muchos menos por remediar voluntariamente la decisión arbitraria que se tomó afectando directamente a la obra pública.  

Unos días antes de que el presidente Mauricio Macri, firme el DNU 756/18, imposibilitando a las provincias de contar con dineros de la exportación de la soja, el gobernador cordobés Juan Schiaretti recibió al primer mandatario y se enteró de las intenciones administrativas- financieras,  al parecer esto  también conocía el salteño Juan Manuel Urtubey. Schiaretti “se olvidó de compartir esta información” con sus pares y se fue sin preocupaciones de vacaciones.

Cuando se anunció sobre esta decisión a través del Boletín Oficial, y luego en conferencia de prensa, la reacción inmediata de los gobiernos provinciales, como la de Tucumán fue de un fuerte malestar  y también de la inmediata gestión del mandatario Juan Manzur para convocar y discutir con diversos sectores de la política nacional para presionar y hacer sentir que desde las provincias se goza de mucha fuerza. Todo un mensaje.

Algunos analistas consideran que estas “malas decisiones” fueron una nueva estrategia del gobierno no popular para que se rompan las buenas relaciones entre los gobernadores, ante el temor, de que surja un líder político peronista que complique los planes electorales y de gestión de la Casa Rosada.

El resultado de la presión, inclusive con la aparición de los intendentes peronistas y el descontento de los diputados fue la de la compensación, creando desde el ministerio del Interior el “Programa de Asistencia Financiera” con 4.125 mil millones. En tal sentido, la Cámara de Diputados tenía pensado en una sesión espacial pedida e impulsada por el tucumano Pablo Yedlin, derogar el decreto de la arbitrariedad y allí las relaciones con la Rosada serían más hostiles.  

A todo esto hay que sumarle que las operaciones están al filo, y por ello algunos medios se hacen eco para exponer y debilitar a los opositores de Cambiemos. Por eso, no es casual que incluso ya algunos periodistas se lanzaron a predecir las supuestas intenciones de Manzur en su carrera presidencial.  Es curioso pero no desechable. Por ahora, Manzur apuesta a la reelección en la provincia y al igual que el resto de los gobernadores de raíces peronistas esperarán hasta marzo o abril para definirse electoralmente.  Primero hay que transitar los próximos dos meses, que se observa con mucha atención sobre la decisión del Fondo Monetario Internacional de cuáles serán los requerimientos y pedidos a la Nación.

Aún no se conoce cuándo y cuánto será el dinero que se desembolsará hacia la Argentina y esto es lo que viene desvelando al gobierno nacional. De esto dependerá sí habrá o no chances de buscar una segunda gestión. Algunos entendidos en la materia financiera creen que esos fondos prometidos por el FMI deberían llegar rápidamente antes de mediados de noviembre, aunque para que se garantice una nueva partida que rondaría mínimo unos 15 mil millones de dólares, primero se tiene que aprobar el presupuesto del año que viene. Un presupuesto lleno de interrogantes que necesita, por lo menos cuando se debata en el Congreso, que la oposición no la vote en contra.

Por Diego Tomas