En diálogo con Radio Prensa, la legisladora Silvia Rojkés de Temkin expresó su enégico rechazo al proyecto presentado ayer en la Legislatura que incorpora una medida inédita: evitar los abortos inclusive en casos de violación. "Estoy verdaderamente sorprendida que se tomen este tipo de iniciativas sin tener un gran debate al respecto. Este tipo de cosas generan agresión hacia las personas que piensan distinto. Tenemos que llamar a todas las voces y escuchar todas las posturas antes de tomar decisiones que afectan a la totalidad de los tucumanos", sostuvo.

Para la ex ministra de Educación provincial aprobar esta normativa sería un "grave error" ya que violaría la legislación nacional y atrasaría a Tucumán un siglo en materia de derechos. "Este proyecto atenta contra una ley que tiene más de 100 años, que es el Código Penal, que en su artículo Nº86 dispone la posibilidad de que las mujeres que quedaron embarazadas producto de una violación puedan interrumpir voluntariamente su embarazado".

En efecto, el Código Penal Argentino contempla la posibilidad del aborto en caso de abuso sexual. Esa alternativa, incluso, fue ratificada por la Corte de la Nación en 2012, cuando avaló la interrupción del embarazo que cursaba una adolescente de 15 años, como consecuencia de los ataques sexuales que había sufrido de parte de su padrastro.

El proyecto "Pro Vida" se apoya en la premisa de que el derecho de la vida del niño por nacer está garantizado por la Carta Magna Provincial y los tratados internacionales con rango constitucional. El texto, firmado por 29 legisladores, es una transcipción de una normativa aprobada en Valencia, España, en 2009, pero que fue derogada en 2017 por considerar que atenta "contra la libertad y la dignidad de las mujeres" y promueve "la sumisión de las mujeres".

La esencia de la inciativa, según aseguran los parlamentarios firmantes, es la protección de los derechos de la mujer embarazada y del niño por nacer.  Sobre este punto, Rojkés fue tajante: "hay un desconocimiento potenciado por el patriarcado sobre las perspectivas de género. Tienen muchos conceptos errados y en la medida que no permiten que haya espacios democráticos y de escucha de las distintas voces, están incurriendo en un error".

En este sentido, la ex ministra remarcó que realizó numerosos intentos de convocar a sus pares a debatir sobre educación y salud sexual, y sobre reproducción responsable y aborto no punible. No obstante, todos esos intentos cayeron en saco roto. "Tres veces me dejaron sin quórum. De estos temas parece que no se puede hablar en la Legislatura. Nosotros venimos avanzando con equipos interdisciplinarios buscando la forma de abordar de forma integral el debate sobre estos temas y la verdad que sorprende escuchar a legisladores hablar del instinto sexual como si fueramos animales", subrayó.

Por otro lado, Rojkés cuestionó la falta de compromiso de sus pares para discutir la adhesión a la ley ESI (Educación Sexual Integral), la cual aclaró "ayudaría a prevenir actos aberrantes como lo son la violacion y el abuso sexual". "Las escuelas son los únicos lugares en donde se puede proveer una contención plural. Si en esa instancia no se puede hablar y encima aprobamos este tipo de leyes, estamos dando un retroceso muy importante".

Y añadió: "¿Por qué no les consultan a los estudiantes si quieren o no la ESI?. En mi experiencia me tocó hablar con estudiantes secundarios y de nivel universitario, y lo que más destaco es el nivel de interés que tienen en que se eduque sobre salud sexual. Los planteos no pasan por una cuestión de genitalidad, es más fuerte el interés de conocer todo lo relacionado a los derechos que tienen, en como prevenir y detectar el acoso y abuso sexual, y como prevenirse de las enfermedades de trasmisión sexual. La ESI es mucho más que una cuestión de genitalidad".