Para los trabajadores del Ingenio La Corona la incertidumbre es cada vez mayor. Esta mañana, los portones de la fábrica amanecieron cerrados para todo el personal, inclusive para la planta permanente que hasta aquí podía ingresar sin inconvenientes. A los supervisores, por su parte, se les dio licencia por la jornada de hoy.

La empresa le adeuda a cada uno de los 300 obreros de la fábrica un promedio de $18 mil. Según advirtieron desde el gremio, existía un compromiso de la patronal de que hoy habría novedades acerca del pago, pero nada ocurrió. "Llegamos y nos encontramos con los portones cerrados. Ni los supervisores estaban hoy y los dueños directamente desaparecieron. No sabemos como va a terminar esto y la situación es ya muy preocupante", sostuvo Victor Salles, secretario adjunto del sindicato de Obreros de La Corona, en diálogo con Radio Prensa.

El problema inició el lunes de esta semana, cuando la empresa decidió suspender a sus trabajadores luego de que la Secretaría de Energía de la Nación dispusiera la clausura de la destilería de alcohol por anomalías detectadas en la última auditoría. Para los obreros se trata de una maniobra para ejercer presión sobre el Gobierno. "Como no cumplieron con sus obligaciones, ahora nos usan a nosotros para presionar ante la Nación a fin de que levante la clausura", sostuvo Salles.

En este contexto, le solicitan al secretario de Trabajo, Roberto Palina, que tome cartas en el asunto. La principal preocupación de los obreros es que los propietarios abandonen la empresa sin abonar lo adeudado y que dejen la fábrica inoperable para la próxima campaña. "No sabemos que va a pasar. Pensábamos que hoy ibamos a tener alguna respuesta pero nos dieron la espalda. No sabemos si vamos a volver a trabajar en marzo, abril o si no vamos a volver", remató el sindicalista.