El jefe del servicio de Urología, Rafael Fernández Rosas contó: “La herida era muy grave con lesiones importantes, que felizmente pudimos resolver. Son muy pocos los casos descriptos sobre el tratamiento que hicimos”.
Fue la primera vez que el servicio asistía un traumatismo de estas características. El urólogo, Javier Semrik formó parte del equipo médico que llevó a cabo la intervención quirúrgica y detalló: “Se pudo reimplantar el pene, que estaba casi amputado, también uno de los testículos y la uretra, una cirugía muy delicada al tratarse de un conducto tan delicado. Se logró reimplantarlo en su orificio natural que es el glande”.
El paciente evolucionó favorablemente y continuará recuperándose en su casa, siguiendo siempre con un estricto control ambulatorio.