El Macrismo, hoy gobierno nacional, viene sintiendo el rechazo mayoritario de los argentinos por la mala gestión en estos tres años y ocho meses en el poder. El pasado 11 de agosto, las urnas hablaron y le dijeron NO.
Los esfuerzos en los discursos de sus principales dirigentes incluyendo al propio Mauricio Macri como Presidente, vienen generando un rechazo profundo y malestar sobre todo de la clase media. Los candidatos y socios políticos, en su mayoría, luego de la aplastante derrota de las PASO, especulan y prefieren no salir vehementes y exponerse con una sociedad enojada. Son tibios y aguardan que las cosas cambien, por lo menos en Tucumán sucede este panorama.
El contacto con la gente en la calle no es el fuerte de Cambiemos. Los actos públicos son extremadamente pensados y diseñados para no mostrar debilidad política. Entonces, la mejor opción de campaña electoral fue y es como sucedió en el 2015, dar pelea a través de las redes sociales y en los medios de comunicación masiva. Aunque ahora los medios “amigos” luego de la goleada electoral, empezaron a cambiar sus posturas y a mostrar algo de la realidad diaria. Y por esto, la plataforma central de esta campaña se centrará en las redes sociales. Se multiplicarán las voces defendiendo la actual gestión, defenestrando a la oposición.
Hace unos días, este proceso por las redes sociales, especialmente por whastsapp, ya comenzó con todo. En forma anónima se convoca a una marcha en “Defensa de la República” para el sábado 24 de agosto. En ese mismo carril, los mensajes y cartas al electorado hablan de los esfuerzos que hace y dejó de hacer el Presidente por salvar la “Patria” y evitar que lleguen al gobierno “terroristas”.
Frases con desprecio y rechazo al peronismo son una contante, con informaciones falsas desde cuentas truchas en Twitter y facebook, propiciando miedo y odio a la formula Fernández- Fernández. Incluso en algunos mensajes reprochan al electorado por las críticas de la pésima gestión económica y social que vive el país, pidiéndoles que salgan a la calle a defender el pensamiento Macrista.
Sin embargo, la realidad viene hablando por sí sola. La administración actual no puede revertir la mega inflación que ya se espera que superaría para este 2019, el 50 por ciento. Con bajas reservas y un dólar por arriba de los 70 pesos para fin de año. El endeudamiento al Fondo Monetario internacional “histórico” por más de 190 mil millones de dólares. Con una baja credibilidad de los mercados internacionales y lo más doloroso para este gobierno es que la gente ya no confía en nada de lo que dicen representar para “salvar” la “República”, cuando sus principales funcionarios se enriquecieron con negociados multimillonarios.
La realidad también viene mostrando a todos los argentinos, que la pobreza cuanta con más de 14 millones de personas y que la desocupación castiga a más de 2 millones de trabajadores, la más alta de los últimos 13 años. Las empresas vienen cerrando sus puertas dejando a miles de familias en la calle, mientras los servicios públicos y alimentos no paran de subir.
La realidad te muestra que un hombre pobre fue asesinado a golpes por robar. Claro, robó por hambre, por necesidad. Vicente Ferrer, tenía 68 años y había robado medio litro de aceite, medio kilo de queso y dos chocolatines en el Coto de San Telmo, y fue ajusticiado por la seguridad de ese súper.
Esta realidad, sumada a los discursos precarios y sin coherencia y ningún nivel de autocrítica de qué pasa realmente que este gobierno no pudo cumplir con absolutamente nada de lo que prometió en campaña en el 2015, es la que el ciudadano común y corriente decidió ahora, No acompañar. Simplemente; se cansó de las mentiras.
Por Diego Tomas
