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“La Traición de Rodríguez Larreta”

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El Coordinador de la Unidad Ejecutora Belgrano Norte Grande, Sisto Terán Nougués, analizó el panorama político- sanitario, debido al aislamiento que lleva adelante el país para evitar que el COVID 19 se siga propagando.

En estos días hay un porcentaje de la sociedad argentina que tiene un convencimiento de la veracidad de estas premisas: a) el coronavirus no existe. b) si existiera, las cifras que se observan son insignificantes en relación a la población total de nuestro país. c) el Presidente ha cedido el mando del gobierno a un grupo paranoico de infectólogos y científicos. d) el Presidente y los médicos están enamorados de la cuarentena, la disfrutan porque encuentran en ella la raíz de su poder. e) es falso que la cuarentena salve vidas. f) si abrimos el país la economía volverá a funcionar y salvaremos nuestros patrimonios. g) en realidad el aislamiento social obligatorio es un pretexto del gobierno para quedarse con nuestros negocios. h) o tal vez se trata de un simple método destinado a transformarnos en Venezuela, signifique eso lo que cada uno quiera entender. i) y aún peor es una estrategia para liberar presos para que se constituyan milicias populares del perverso kirchnerismo.

Todos estos postulados van creando una sensación de malestar en este sector que se traduce en expresiones como: a) están violando mi derecho constitucional de transitar libremente. b) quiero ser libre. c) el gobierno pretende aniquilar la República e impedir el normal funcionamiento de las instituciones. d) convoquemos a la rebelión civil contra la cuarentena. e) el populismo es más peligroso que el coronavirus. Ninguna de estas apreciaciones tendrían mayor relevancia si no fuera porque encuentran su respaldo en declaraciones de referentes políticos y un grupo de autodenominados intelectuales como si el rótulo les concediera per se algún tipo de rasgo de dogmatismo a sus dichos.

Pero lo peor conclusión a la que puede arribar el lector inadvertido es que, de ser veraces estas afirmaciones, se estaría consumando una escandalosa traición de Rodríguez Larreta. En efecto, el jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el responsable directo de la mayoría de las decisiones que se adoptaron en el ámbito de la jurisdicción a su cargo. Y vemos que tanto Larreta como Santilli su Vicejefe de Gobierno, o Quirós su Ministro de Salud son por demás estrictos en torno a la necesidad de mantener la cuarentena en vigor. O sea que ellos son cómplices de Alberto Fernández.

Serían todos ellos traidores porque sus decisiones nos van a fundir económicamente, el estado se quedará con nuestro patrimonio y se aniquilarán todas nuestras libertades civiles.

Resulta obvio que esa conclusión es absolutamente absurda y ridícula, tanto que los firmantes de los reclamos y los declarantes mediáticos se cuidan muchísimo de denunciar la actitud de las autoridades capitalinas. Es que lo único importante para ellos es aprovechar el fastidio y la angustia que el aislamiento produce para llevar agua para su molino político. Saben perfectamente entonces que no deben hablar de Rodríguez Larreta.

El Presidente es quien debe pagar los costos políticos y contra cada dicho que pronuncie irán dirigidos los dardos. Pero la verdad es que hoy, en relación al tema del coronavirus, los gobiernos aparecen presentando un frente y una estrategia común casi sin fisuras a pesar de su distinta extracción partidaria.

Es que en realidad Rodríguez Larreta no es un traidor ni Alberto Fernández se ha acercado al PRO. Se trata simplemente de dos hombres a los que las circunstancias pusieron al frente de la toma de decisiones nunca vistas ante una pandemia que no registra antecedentes y que están trabajando mañana, tarde y noche en su afán desesperado de salvar vidas y evitar el colapso del sistema de salud. ¿Cuesta tanto entenderlo? Es tan difícil comprender que no quieren para su país escenas dantescas de muertes masivas y saturación del sistema sanitario con muertos en la calle, en camiones refrigerados o entierros en fosas comunes, y que ese espanto les une de buena fe en un accionar común que no implica deponer banderas ni ideas sino simplemente entender que el valor sagrado de la vida humana es prioritario para aquellos que gobiernan. No hay traición, hay sentido común. Tanto sentido común como para afirmar: a) el coronavirus es una realidad espantosa que azota y aflige al mundo entero. b) las cifras de contagios y muertes en la Argentina son bajas porque se implantó el aislamiento social obligatorio. Aún, así el número viene creciendo sostenidamente y eso debiera afligirnos y obligarnos a redoblar los esfuerzos para impedir la propagación. c) las instituciones están funcionando y el Poder Legislativo y el Judicial están reanudando de a poco las actividades con modalidades virtuales que les exige el momento que se vive. d) el Presidente y Rodríguez Larreta antes de decidir hacen lo que cualquier persona cuerda haría: consultan a los profesionales de la salud. No es dictadura de infectólogos, es sentido común, cuando estoy enfermo consulto al médico.

 

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e) Nadie se enamoró de la cuarentena. Al contrario, estamos todos extenuados y hay que valorar el tremendo esfuerzo que las autoridades a cargo están haciendo para preservar nuestra salud y nuestras vidas, sean estas autoridades del signo político que fueren. Todos están haciendo lo mejor que pueden al límite de la extenuación. f) la cuarentena efectivamente ha salvado muchas vidas. Cualquier comparación que tengamos que efectuar con otros países así lo demuestra. g) los países que tuvieron cuarentenas más flexibles o que se negaron a implantarlas no se salvaron del colapso económico. Por eso es falso que abriendo todo salimos adelante. Lo más probable es que si abrimos se aceleren los contagios y la muerte sin que podamos repuntar económicamente de manera significativa. h) el gobierno está intentando ayudar con sus recursos al sector privado.

Podemos discutir sobre la efectividad del auxilio, pero sería de mala fe no admitirlo. i) Los Kirchner gobernaron 12 años y Argentina no fue Venezuela, tomando cualquier parámetro objetivo que se quiera tomar. j) los presos siguen en las cárceles habiendo sin duda contribuido a ello el reclamo popular que disuadió a aquellos jueces más permisivos.

En realidad, lo que nos cuesta entender a todos es que estamos ante una situación inesperada de catástrofe que va a causar mucho daño en el mundo entero. Es inevitable pensar que nuestras pautas de consumo y relacionamiento interpersonal y comercial van a sufrir cambios al menos en el corto plazo y salir del pozo en que nos dejara la pandemia va a ser durísimo. Pero lo vamos a hacer si conseguimos que los fundamentalistas del Apocalipsis que hacen del odio y el sinsentido la razón de su existencia sean acallados por las voces sensatas de aquellos que desde ambos lados de la grieta pregonan la imprescindible necesidad de tender puentes y acercar posiciones.

Por Sisto Terán Nougués

Coordinador de la Unidad Ejecutora Belgrano Norte Grande