El conflicto entre empresarios y choferes del sistema público de transporte parece ingresar en un bucle infinito. Desde AETAT afirman que la crisis económica, que se encrudeció por la pandemia, castiga duramente las arcas de las empresas y desde el gremio reclaman –con razón- el pago de los salarios y el aguinaldo en tiempo y en forma. Mientras tanto, los tucumanos seguirán padeciendo la falta de un servicio esencial por enésima vez.
"Mantenemos la medida de fuerza hasta que las empresas
hagan efectivo el pago del aguinaldo. Ni bien suceda eso, la levantamos. Pero
hasta ahora no hemos recibido ningún llamado, ninguna propuesta, nada",
dijo este jueves el secretario general de la UTA en Tucumán, César González.
Por su parte, Jorge Berreta, referente de AETAT, explicó que
“no tenemos dinero para pagar el aguinaldo, pero lo que si podemos proponer es
el pago del sueldo de manera desdoblado, pero cumpliendo con la totalidad en el
transcurso del mes. El aguinaldo se lo podríamos pagar en cuotas. Si acordamos el
aguinaldo no hay motivo para ir al paro, esto va a depender de la voluntad de UTA
y de los poderes concedentes”.
Al igual que a todos los tucumanos que el miércoles se
quedaron sin la posibilidad de retornar a sus hogares en colectivo (el paro
inició ese día a las 18.30hs), Berreta aseguró que también a los empresarios
los sorprendió la medida de fuerza. “Entendíamos que se había abierto un canal
de diálogo con el gremio y el gobierno nacional para poder solucionar la discriminación
que el interior ha sufrido históricamente con la entrega de subsidios y que por
esa vía se llegaría a un acuerdo”, sostuvo.
En cuanto a la situación económica que les imposibilita
abonar el aguinaldo, el empresario resaltó: “Venimos con una crisis estructural
desde hace muchos años. Habíamos arrancado el 2020 con mucha esperanza en base
a varios proyectos que se terminan por caer a partir de la pandemia. Pero
siendo objetivo, siempre hemos sido discriminados en el interior en relación a
las compensaciones tarifarias (subsidios), lo cual ha llevado a un nivel de
endeudamiento y una erosión inevitable del sistema de transporte”.
En este sentido, insistió en que el problema radica en una “asimetría
histórica” en cuanto a los subsidios para el sector. Vale aclarar que el Área Metropolitana
de Buenos Aires recibe unos $7600 millones, mientras que todo el interior recibe
$1700 millones. “La desigualdad hoy se
ve acentuada por la reducción de los viajes que en Tucumán cayó en un 70%. En
el Gran Buenos Aires los subsidios tienen una incidencia en el ingreso de alrededor
del 75% y en Tucumán no alcanza al 30%”, sostuvo.
Cabe recordar que al asumir el gobierno de Alberto Fernández
se planteó una modificación en la estructura de los subsidios para equiparar el
interior con el AMBA, lo cual inicialmente estaba definido para abril, pero que
se postergó por la pandemia para enero del 2021.
Por último, consultado sobre por qué no se cumple la ordenanza que declara al transporte urbano como servicio esencial (estipula que no puede interrumpirse de manera total, aun cuando haya paro), justificó que “es imposible de cumplir cuando todos los trabajadores están adheridos a una huelga. No podemos exigirles que vengan a trabajar, no depende de nosotros. Es incumplible, el Concejo Deliberante lo vio como una salida muy fácil pero no se lo pensó bien, porque no tenemos a ningún trabajar para hacerlo cumplir”.