A la espera de que el presidente Alberto Fernández firme el decreto de designación como vocal de la Cámara Electoral Nacional, el Juez Federal de Tucumán, Raúl Daniel Bejas, comenzó a despedirse del cargo y lo hizo pasando por Radio Prensa donde dialogó con Diego Tomas, en Alguien Nos Perdonará.

"Si algo tiene que quedar de esta charla, es que el juez no investiga, el juez resuelve. El fiscal es el que investiga", afirmó Bejas, en medio de una charla de 45 minutos, en los que repasó el momento del concurso y la posterior entrevista ante el Senado para poder llegar a la Cámara Nacional Electoral. En ese punto reconoció y agradeció el interés que le manifestó la presidenta de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, Claudia Sbdar, por su designación.

Despojado de la vestimenta de magistrado, Bejas admitió que quería ser periodista, profesor y abogado en ese orden. No tomó por el periodismo, fue docente universitario durante 36 años y gracias a la insistencia de su madre, "una gallega divina" que todavía lo acompaña, terminó por abrazar la abogacía. Hoy, no concibe otra forma de vivir sino es ligado al Derecho.

Tal vez por eso quiso dejar en claro que mientras estuvo al frente del juzgado federal en Tucumán tuvo que resolver innumerables causas, desde delitos de lesa humanidad, tráfico de drogas y trata de personas, y en ocasiones fue injustamente criticado. Incluso, dijo que llegaron a escribir libros, sin haber leído sus sentencias.

Por su espíritu docente, Bejas explicó que "cuando la gente habla, tiene que saber que quién busca, y hay toda una estructura para hacerlo, es el fiscal". Sostuvo que "ese es otro poder dentro de la Justicia, que es el Ministerio Público Fiscal, donde están todos los fiscales, y el otro se llama el Ministerio Público de la Defensa".

Seguidamente indicó que "entonces cuando se investiga, es el fiscal el que lo hace y el juez decide. Los fiscales pueden hablar y acusar, no deberían hacerlo porque generan expectativas en la sociedad. El fiscal hará la investigación y será el juez de garantía el que examinará lo que él hizo, y verá si está bien. Habrá también un defensor que tratará de demostrar que todo está mal hecho. Y en el juez de garantía es en el que uno puede confiar".

Bejas puso de relieve que dentro de un proceso, "el fiscal puede decir lo que sea y está bien, pero el juez dice lo que es justo", marcando una clara diferencia entre ambos. Pero fundamentalmente "porque el juez no investiga, el juez resuelve".

La droga creció

El tema de la droga también mereció la atención del juez Bejas en su diálogo con Tomas. De acuerdo a su experiencia, opinó que el narcomenudo debería investigarlo la justicia provincial y de ese modo, la Justicia Federal, que carece de recursos, se abocaría a otro delito aún más grave y que está atado a las drogas, como es el lavado de activos. 

El producto de las ventas de drogas es ingresado al sistema financiero por los bancos y las grandes empresas, pero no hay tiempo material ni recursos para ir detrás de los "grandes".

Para Bejas habría que "investigar con más fiscales el tema del lavado de activos y la droga que se mete en la política. Esos son los problemas que hay que atacarlos".

Pero faltan fiscales y eso condiciona la tarea de la justicia. Por esa razón Bejas lamentó que en la reforma judicial se hable de poner juzgados en fronteras, cuando lo que sería mucho más útil es designar más fiscales que investiguen. "Un fiscal necesita un garage y cuatro escritorios, y se dedica a investigar. El juez no necesita estar cerca de la frontera, el juez es el que juzga en base a todos los elementos que le lleva el fiscal".

"Si ponemos 10 fiscales para investigar seguramente al juez le llegarán más causas para resolver, porque el juez no investiga. El juez resuelve", sentenció el juez Bejas.