El embanderado del anticorreísmo, candidato del movimiento
conservador CREO y aliado del Partido Social Cristiano, Guillermo Lasso, ganó
este domingo el balotaje presidencial en Ecuador con más del 52% de los votos,
tras una jornada marcada por una campaña crispada y llena de denuncias que
finalmente transcurrió sin irregularidades y con tranquilidad.
"Este es un día histórico en el que todos los
ecuatorianos han expresado con su voto la necesidad de cambio y el deseo de
mejores días para todos", aseguró el candidato, quien, con más del 98%
escrutado, obtuvo el 52,49% de los votos, frente al 47,51% de su rival correista,
Andrés Arauz.
Lasso, flanqueado por dos banderas nacionales que ondeaban,
empezó su discurso de victoria agradeciendo a Dios -"a quien le debo todas
mis bendiciones"-, afirmó que "la familia es el valor fundamental de
la sociedad" y le prometió a "las jóvenes que han tenido niños"
que él y su esposa serán "sus padres" y ellas podrán "seguir
estudiando en sus colegios y universidades".
Sonriente, fue agradeciendo uno a uno a las personas que
ayudaron en su victoria: Jaime Nebot, el líder del Partido Social Cristiano que
decidió aliarse para evitar una vuelta del correismo al poder, a sus socios del
movimiento conservador CREO y al estratega Jaime Durán Barba.
Desde el exterior, le llovieron saludos de quienes serán sus
posibles aliados en la región: los presidentes de Chile, Uruguay, Paraguay y
Colombia, los titulares de la OEA y el BID, y dirigentes como el expresidente
Mauricio Macri y el líder opositor venezolano Juan Guaidó.
A diferencia de lo que fue una campaña llena de tensión,
agresiones, trabas legales contra el correismo y constantes denuncias por parte
de esta fuerza, la votación transcurrió durante el día "sin
irregularidades sistémicas" -como reconoció a Télam el vocero de la
campaña de Arauz, Guillaume Long- y luego el joven economista de 36 años
reconoció su derrota sin medias tintas y rápidamente.
"Lo de hoy fue un traspié electoral pero de ninguna
manera es una derrota política ni moral. Esta noche voy a llamar
telefónicamente al señor Guillermo Lasso para felicitarlo por el triunfo
electoral obtenido el día de hoy y le demostraré nuestras convicciones
democráticas", aseguró Arauz desde su bunker en Quito sin perder nunca la
sonrisa o el tono enérgico.
"Esto no es el fin, sino el comienzo de la revolución
ciudadana en Ecuador", agregó, por el nombre oficial del movimiento
correista en el país, y prometió, como oposición, mantenerse "atento para
no permitir que se utilice al Estado para el beneficio de unos pocos
privilegiados", en un mensaje similar al que le envió el expresidente
Rafael Correa desde Bélgica.
Cuando los números comenzaron a delinear un panorama
sombrío, desde la campaña de Arauz recordaron el cúmulo de obstáculos legales,
"los constantes intentos por proscribir" a los partidos con lo que se
presentaban los candidatos de la fuerza y "la asimetría mediática"
que enfrentaron a lo largo de toda la campaña.
"Fue muy difícil llegar hasta acá", destacó Long,
al recordar que ganaron la primera vuelta de las presidenciales en febrero pese
a que la fuerza tuvo que cambiar varias veces de partido porque las autoridades
electorales los suspendían.
El correismo aún controlará la primera minoría en la
Asamblea General, donde el movimiento de Lasso, CREO, ganó una bancada muy
pequeña en las elecciones de febrero pasado.
Lasso asumirá la Presidencia el próximo 24 de mayo y no
tendrá una tarea fácil.
El otrora delfín del expresidente Rafael Correa que luego
rompió con él y dio un giro ideológico de 180 grados, Lenin Moreno abandonará
el poder con la popularidad por el suelo y dos crisis urgentes: la económica y
la epidemiológica.
Situación económica de Ecuador
En 2020 la dolarizada economía retrocedió un 7,8% y la deuda
pública (interna y externa) aumentó hasta alcanzar un 63% del PIB, y dada la
negativa de Moreno de inyectar ayudas directas, reconstruir el sistema de salud
pública o volver a cerrar parte de la economía, el país atraviesa hoy su
segunda ola de la pandemia con una debilidad innegable.
A lo largo de la campaña y especialmente en esta última
parte, de cara al balotaje, Lasso sumó muchas promesas de corte económico y
social para atraer a votantes del partido indigenista Pachakutik y a la
socialdemocracia de Izquierda Democrática.
Del cumplimiento de estas promesas de campaña dependerá que estas dos fuerzas le aporten votos esenciales en la Asamblea Legislativa para poder avanzar su agenda de Gobierno./Télam.