La feroz interna entre el gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo hizo posible la interpelación del ministro de Educación de la Provincia, Juan Pablo Lichtmajer. Lo que la oposición política no pudo en más de cinco años, lo posibilitó el bloque peronista Justicialista de Todos, que responde al titular de la Cámara, y puso en jaque a uno de los estrechos colaboradores de Manzur.

Tras más de 11 horas de sesión especial, el ministro Lichtmajer dejó el palacio legislativo y los parlamentarios acordaron resolver su situación en una próxima sesión. Hasta tanto, tendrán mucho trabajo en el estudio de las más de 27 mil fojas del informe elevado por el ministro, donde consta parte de la política educativa desarrolla en la provincia y las proyecciones para los próximos años. Además, el titular de la cartera educativa dejó una voluminosa documentación en respuesta a las 43 preguntas efectuadas por los legisladores.

Los legisladores manzuristas, Lealtad Peronista, querían terminar este jueves aprobando lo informado por el ministro. Pero no reunieron los votos necesarios y Lichtmajer deberá esperar para conocer cuál será su suerte: la destitución o la continuidad en el cargo, está en manos del jaldismo.

Sobre los cuestionamientos a su gestión, el ministro declaró que "el Sistema de Educación de Tucumán está de pie, no es perfecto, porque en la vida nada es perfecto. Seguramente tiene cosas para mejorar. Pero, en mi voz, está la de todas las maestras, profesores, alumnos y familias que constituyen el sistema de educación provincial y, también, de los empleados de la administración pública, hacen posible la educación desde oficinas que a veces no vemos”.

Además, agregó que "el sistema educativo es abierto y democrático. Ratifico la plena vigencia de la inclusión y la prioridad que tenemos los tucumanos y, en particular, este ministro, que nada nos va a desconcentrar de la presencialidad cuidada de acuerdo a los indicadores epidemiológicos”.