“Este año, por las heladas y la sequía, tenemos un contexto más complejo que el año pasado. Es importante generar conciencia de que esta práctica está prohibida y es muy dañina”, señaló Imbert en Radio Prensa.
“En lo que va del año tuvimos 387 denuncias por incendios a cielo abierto, y el 50% corresponden a quema de cañavelares”, contó. Y añadió: “Trabajamos en conjunto con bomberos para poner fin a estos incendios. La línea 103 atiende para este tipo de cuestiones las 24 horas del día, los 365 días del año”.
Imbert aclaró además que la problemática va más allá de una cuestión ambiental. “Genera serios problemas en la visión en las rutas. Hay que tener mucho cuidado con eso, sobre todo ahora que hay ingreso de turistas en la provincia”, señaló. “Este año, favorablemente no hubo siniestros por problemas relacionados a la quema de cañaverales”.
Por último, consideró que no se debe buscar la responsabilidad en un solo sector (el productor cañero), sino que es una cuestión cultural que se debe resolver. “Hay actos de vandalismo y lamentablemente en Tucumán existe la cultura de prender fuego a los residuos, lo que genera polución en las áreas urbanas, sobre todo en periodos de escases de lluvia como el que estamos atravesando. Esto contamina mucho las áreas urbanas”, sentenció
