El establecimiento educativo privado Kinder-Colegio del Sol, que se encuentra ubicado en Esteban Echeverría 256, de esta ciudad y que cobra cuotas onerosas no cuenta con un sistema de refrigeración para soportar el intenso calor en las aulas. Los estudiantes y profesores deben resistir temperaturas que superan los 37 grados de sensación térmica y sino más.
Ante esta triste realidad, los padres comenzaron a plantear a las respectivas autoridades con respuestas negativas y además con acciones autoritarias y desagradables ya que luego, los colocan en un listado para ponerles el pase a disposición de sus hijos aduciendo que si no les gusta que se vayan porque hay una gran cantidad de familias que aguardan por un cupo para ingresar a ese establecimiento.
Estos últimos intensas altas temperaturas con sensación térmica de 40 grados, hizo que un grupo de padres escribiera una Carta Abierta contando la realidad de la comunidad de esta institución. Durante este fin de semana la carta circuló y llegó a los directores, quienes convocaron a una reunión para este martes por la tarde. Solicitaron que en la reunión participe una comisión de 6 padres, uno por turno y nivel.
Carta abierta a las autoridades del Colegio Kinder-Sol
Hoy las familias de los estudiantes de los tres niveles que asisten al colegio nos unimos en una medida de fuerza que busca mostrar la enorme preocupación por las condiciones edilicias del colegio, que no se adaptan a las altas temperaturas de nuestra provincia.
La preocupación no es nueva, ni es la primera vez que se plantea la urgente necesidad de climatizar las aulas, sin embargo, la respuesta siempre es negativa.
Entendemos que el camino para solucionar este problema no es sencillo, que puede requerir de grandes inversiones y que incluso puede darse en distintas etapas, y estamos dispuestos a trabajar en conjunto.
No pedimos privilegios, no creemos que por haber elegido la educación de gestión privada nuestros hijos e hijas deban estar rodeados de lujos. Lo que pedimos son condiciones dignas, porque es su derecho.
A diario retiramos a nuestros hijos e hijas descompuestos, con golpes de calor, dolores de cabeza y fatiga, muchas veces nos llaman antes de hora por tal motivo porque ya no dan más. También hemos llegado a notar que no desean asistir por el mismo motivo, porque ya saben que dentro de las aulas los espera un clima insoportable.
Y eso nos duele, y nos hace notar que están agobiados, porque si hay algo que caracteriza a estos mismos chicos y chicas es su amor por el colegio, las ganas y alegría que ponen cada día para ir a aprender y encontrarse con sus compañeros, salvo cuando hace calor.
Ese mismo amor de nuestros hijos por el colegio es lo que nos motiva a manifestarnos, hoy, de manera anónima y colectiva. No queremos que nos inviten a retirarnos de la institución, no necesitamos tal invitación y muchos hemos buscado alternativas, porque siempre que una puerta se cierra, otra se abre.
Pero son ellos, nuestros hijos, los que nos piden que no busquemos otro colegio, sino que busquemos la forma de que puedan seguir siendo parte de la misma comunidad, pero en mejores condiciones, y por eso intentamos nuevamente acercarnos.
Tenemos muchas propuestas, ideas, desde la compra colectiva de los equipos de aire acondicionado hasta un plan de arbolado, ideas y propuestas que nunca son consideradas. Somos una comunidad pensante, que no es ajena a la crisis económica por la que atraviesa el país, pero no por eso podemos seguir permitiendo que la salud de nuestros hijos se ponga en riesgo.
Porque de eso estamos hablando, del derecho a la salud y a la educación de nuestros hijos, insistimos, no pedimos lujos ni privilegios.
Lo que pedimos es que las autoridades del colegio reconozcan que estamos, todos juntos, frente a un problema y que como tal debe tener una solución, y que se abran instancias de diálogo real para encontrar juntos el camino, porque el diálogo no puede seguir siendo solo un enunciado de la institución, no algo que se declama, se ejerce.
El colegio es sin dudas una empresa, y las decisiones que en ella se toman son responsabilidad de sus dueños y administradores, pero no es una empresa de cualquier tipo, forman parte del sistema educativo provincial y lo que tienen en sus manos no es mercancía, son nuestros hijos e hijas y el servicio que brindan no es ni más ni menos que uno de los derechos fundamentales de cualquier niño, niña y adolescente. Y por eso formamos una comunidad, y de manera cotidiana nos recuerdan cuál es nuestro rol y obligaciones en ese marco, bueno, toda obligación crea derechos.
No queremos que nos convoquen para explicarnos, en un monólogo, los motivos por los que no se puede instalar equipos de aire acondicionado, que por cierto son todos superables, queremos que nos convoquen, de manera urgente, para analizar juntos un plan de acción.
Queremos que esa convocatoria y las respuestas lleguen a todas las familias a través del canal institucional de comunicación -Edumovil- ya que no tenemos representantes ni creemos que el dialogo deba abrirse para unos pocos. El problema es de todos, y así lo encaramos, juntos.
Estamos atravesando las últimas semanas de calor de ésta etapa del año, pero volverá en octubre y no nos vamos a quedar esperando a que eso pase. Queremos respuestas, queremos un plan de acción, queremos participar y colaborar para que nuestros hijos e hijas estén mejor.
Y si, nuevamente, no estamos de acuerdo en que la salud de los estudiantes es prioritaria, no se molesten en invitarnos a retirar el pase a otra institución, sabemos claramente que es un derecho que podemos ejercer antes de la próxima primavera.