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Jubilados y trabajadores aportaron al superávit con buena parte de sus ingresos

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Según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), los recortes en jubilaciones y en programas sociales explican casi la mitad del ajuste de Javier Milei en el primer trimestre de 2024. La Oficina de Presupuesto del Congreso explicó que en marzo se revirtió la tendencia superavitaria y hubo déficit tanto primario como financiero.

El Presidente de la Nación habló esta noche en cadena nacional para informar el superávit fiscal alcanzado por el Estado nacional en el primer trimestre del año. Según explicó, entre el 1 enero y el 31 de marzo el resultado financiero fue positivo en un 0,2% del PBI. Ese resultado se construyó en base a dos meses (enero y febrero) superavitarios y un mes con un déficit mínimo (marzo).

De acuerdo con el informe de ejecución presupuestaria del primer trimestre elaborado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), en el acumulado del primer trimestre del año los gastos de la Administración Pública Nacional “presentaron una caída de 29,7%” en términos reales (es decir, descontando el efecto de la inflación), “que se acentúa en casi 6 puntos porcentuales si se detraen los pagos en concepto de intereses”, es decir que “el gasto primario se contrajo un 35,4%” en términos reales.

Por su parte, los ingresos registraron una reducción real interanual del 2,8%. Esto es resultado de una caída de las contribuciones a la seguridad social (“como consecuencia del rezago de los salarios respecto a la evolución del IPC”), compensada con un incremento real de los ingresos impositivos, impulsado principalmente por el impuesto PAIS, que tuvo un importante crecimiento por el aumento del tipo de cambio y la suba de la alícuota (de 7,5% a 17,5%). En sentido contrario, la recaudación por el impuesto a las Ganancias registró una caída real del 38,7%.

Las “Prestaciones a la Seguridad Social”, que incluyen el pago de jubilaciones, pensiones y otras asignaciones, significaron el 40,4% del gasto primario total. Es el gasto más importante del Estado nacional. En el primer trimestre de 2024 estas erogaciones cayeron un 35,5% en términos reales. Si sólo se cuenta el pago de jubilaciones y pensiones, la caída es del 37,6%. “Este descenso durante el primer trimestre se atribuye a la aplicación de la fórmula de movilidad consagrada por la Ley 27.609, que no incluye la inflación entre sus factores de ajuste”, explicó la ASAP.

Por otra parte, las “transferencias corrientes” cayeron un 32,9% real en el primer trimestre. Un ejemplo son los subsidios energéticos, que pasaron de representar el 8,6% de los gastos primarios en el primer trimestre de 2023 al 4,4% en el mismo período de 2024. La caída real de los subsidios energéticos en lo que va del año es del 67%. Las transferencias a las empresas Cammesa (que administra el mercado mayorista eléctrico) y a Enarsa (encargada, entre otras funciones, de la compra de gas importado) mostraron una reducción real del 70% y del 60%, respectivamente.

Asimismo, los subsidios al transporte cayeron un 30% en los primeros 3 meses del año y las transferencias a las provincias y los municipios mostraron una reducción del 62%.

Por último, las transferencias corrientes a universidades, que convocaron a una marcha para este martes 23 de abril en reclamo de fondos, cayeron un 32,5% real en el trimestre.

Según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), analizados por Chequeado, las caídas reales en jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares y programas sociales explican casi la mitad del ajuste del primer trimestre. Los recortes en subsidios a la energía y al transporte representan casi un 20% de la baja, y los salarios de los empleados públicos, un 6%.

Durante el primer trimestre de 2024, el resultado financiero del Estado nacional fue superavitario por un monto de $670.848 millones, y el resultado primario superavitario trepó a los $3.427.387 millones. Ambos indicadores habían sido negativos en el primer trimestre de 2023, durante la gestión de Alberto Fernández (Frente de Todos).

Sin embargo, marzo registró un cambio de tendencia respecto al primer bimestre del año. Tanto la ASAP como la OPC señalan que el tercer mes del año fue el primero que cerró con déficit, tanto primario como financiero. El resultado positivo de los 2 primeros meses del año permitió que el resultado del trimestre fuera superavitario.

“En marzo de 2024 y por primera vez en lo que va del año, la ejecución del presupuesto arrojó un déficit financiero y primario, aunque en niveles muy inferiores a los correspondientes a marzo de 2023”, destacó la ASAP.


Vale aclarar que el superávit fiscal se logra cuando un Estado gasta menos de lo que recauda. En caso contrario, se dice que hay déficit fiscal. Hay 2 formas de medirlo: el superávit primario, que analiza la diferencia entre gastos y recaudación sin contabilizar el pago de la deuda, y el superávit financiero, que sí incluye el pago de la deuda.