El hallazgo, provocado por la apertura de un camino que afectó directamente un contexto arqueológico en una terraza del río El Duraznillo.

El descubrimiento fue posible gracias a la rápida acción de Cecilio Álvarez y Antonio Carrazano, cacique y excacique de la Comunidad Indígena Diaguita de Anfama, quienes alertaron de inmediato a las autoridades. A partir de allí, la Dirección de Patrimonio del Ente Cultural de Tucumán coordinó la intervención del Equipo de Arqueología del Sur de las Cumbres Calchaquíes. El objetivo principal fue salvaguardar el registro arqueológico expuesto y comenzar el análisis científico de los materiales recuperados.

Vestigios de un asado milenario

 El trabajo de campo, liderado por los investigadores Gonzalo Moyano, Francisco Franco y Stefania Chiavassa Arias (pertenecientes a IRES, IEH, IDH, CONICET y UNC), permitió recuperar los restos de al menos dos individuos. Junto a ellos, se identificaron numerosos vestigios que corresponden a los primeros siglos de la Era Común. Entre los materiales hallados se destacan:

Fragmentos cerámicos: Incluyendo piezas grises con decoración geométrica incisa y otras naranjas con pinturas negras y rojas, todas datando del primer milenio de nuestra era. Restos faunísticos, una punta de flecha de cuarzo y un instrumento óseo.

El excelente estado de conservación de los restos óseos y la diversidad de artefactos ofrecen una oportunidad única para obtener un conocimiento más profundo sobre la vida cotidiana de los antiguos habitantes de la zona, incluyendo su cronología, formas de subsistencia, dieta, prácticas rituales y tratamiento mortuorio. Estos descubrimientos complementan las investigaciones sistemáticas que el equipo de arqueología lleva a cabo en la cuenca de Anfama desde hace más de una década.

La rápida y articulada actuación entre la comunidad indígena, la Dirección de Patrimonio y el equipo técnico no solo garantizó la preservación de un valioso patrimonio cultural, sino que también sentó las bases para una investigación de mayor escala, que ya está prevista para agosto de este año en el mismo sitio arqueológico. Este esfuerzo conjunto resalta la importancia de la colaboración para proteger y estudiar el legado histórico de la región.