La confrontación se originó porque un grupo de artesanos se opuso a firmar un contrato propuesto por el Gobierno de Tucumán para regular su permanencia.
Mientras los artesanos denuncian que la medida busca expulsarlos, las autoridades defienden el operativo como una decisión política para "ordenar terrenos fiscales". La situación sigue en desarrollo, con la subdirectora de Asuntos Legales del Ente Tucumán Turismo presente en el lugar.