Desde el 1° de enero hasta el 30 de noviembre de 2025, en Argentina se registraron 208 femicidios de mujeres y niñas, 1 lesbicidio, 3 transfemicidios y 17 femicidios vinculados de varones adultos y niños, según el Observatorio de Femicidios "Adriana Marisel Zambrano", que dirige La Casa del Encuentro. Es decir, hubo un femicidio cada 34 horas. 

El informe detalla que 205 hijos e hijas quedaron sin madre, y que el 54 % son menores de edad. Además, el 58 % de los agresores eran parejas o exparejas, lo que refuerza la tendencia de que la violencia se ejerce mayoritariamente en el ámbito íntimo.

El hogar continúa siendo el espacio más peligroso: el 60 % de las víctimas fue asesinada en su vivienda o en la que compartía con el agresor. Buenos Aires encabeza la lista de casos, seguida por Santa Fe, Córdoba y Misiones.
Argentina registró 229 femicidios en lo que va del año
Violencias naturalizadas y cifras que crecen

La Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema informó que más de 25.000 mujeres denunciaron agresiones entre 2020 y 2024. El 99 % sufrió violencia psicológica, el 58 % física, el 39 % económica o patrimonial y el 11 % sexual.
El Índice de Concientización de Fundación Instituto Natura y Avon reveló que 87 % de las mujeres vivió algún tipo de violencia, aunque el 32 % no logra identificarla.

La problemática se repite en la región: la CEPAL registró 3.897 femicidios en América Latina y el Caribe en 2023, lo que equivale a 11 asesinatos por día. ONU Mujeres advierte que cada 10 minutos una mujer es asesinada en el mundo, y la OMS señala que 1 de cada 3 mujeres ha sido víctima de violencia física o sexual por parte de su pareja o expareja.
Por qué estas mediciones son claves y qué debe hacer el Estado

Los informes permiten visibilizar, prevenir y diseñar políticas públicas acordes a la gravedad del problema. Organismos y especialistas coinciden en que el Estado debe cumplir las leyes vigentes, respetar los pactos internacionales y destinar presupuesto real para programas de prevención, asistencia y protección.

La violencia de género no es un problema aislado ni un hecho policial: es una violación de derechos humanos. Nombrarla, medirla y difundirla es fundamental para no naturalizarla y para recordar que detrás de cada estadística hay historias interrumpidas y familias devastadas.



35 víctimas habían realizado denuncia.

14 femicidas tenía dictada medida cautelar de prevención.

17 femicidas perteneciente o ex fuerza de seguridad.

8 víctimas en situación de prostitución o trata.

10 víctimas tenían indicio de abuso sexual.

2 víctimas eran de pueblos originarios.

6 víctimas eran migrantes.

3 víctimas embarazadas.

25 femicidas se suicidaron.

18 víctimas en contexto de narcocriminalidad.

3 trans/travesticidios.

1 lesbicidio.

17 femicidios vinculados de varones adultos y niños.