Luego de haber pagado algo más de 200 millones de dólares hace 8 años, el empresario Emilio Luque se encamina a vender el Ingenio Concepción (se quedaría con el ingenio Marapa), y todo hace presumir que capitales chilenos serían los nuevos dueños de la planta industrial instalada en Banda del Río Salí.
Luque adquirió el establecimiento en 2017, junto al Ingenio Marapa, y por estos días, buscaría cerrar una etapa marcada por inversiones, dificultades financieras y la necesidad de reordenar activos.
La operación de venta al grupo chileno Andina, que maneja la planta de Coca Cola en la provincia de Córdoba, fue confirmada por fuentes vinculadas al sector azucarero, que indicaron que representantes de esa empresa están evaluando documentación técnica y recorrieron las áreas estratégicas de la planta azucarera.
El Ingenio Concepción procesó durante la última zafra 2.719.008 toneladas de caña en 213 días, y emplea a cerca de 1.200 trabajadores, lo que la convierte en un polo laboral clave para Cruz Alta, Leales, Burruyacú y Tafí Viejo.
La planta fabril es una de las estructuras productivas más relevantes del sector azucarero y alcoholero tucumano, su matriz incluye la elaboración de azúcar crudo, alcohol, derivados y una línea de alimentos y subproductos destinados a diversos mercados industriales.
El ingenio se destaca además por su diversificación: cuenta con una destilería que produce alcoholes industriales y licores combinados, y desarrolla procesos para combustibles derivados y productos vinculados al carbón vegetal. Este esquema la posiciona entre las pocas industrias del país con una oferta tan amplia en el rubro sucroenergético.
Otro de sus puntos fuertes es la generación de bioenergía. El complejo produce vapor para su funcionamiento interno y alcohol para usos industriales y energéticos, aprovechando biomasa como fuente renovable.
También puede incorporar RAC (Residuo Agrícola de Cosecha) de forma exclusiva o combinada con bagazo, lo que permite ajustar la generación de vapor según la disponibilidad de materia prima.
La posible venta del Ingenio Concepción marca un capítulo clave para la actividad sucroalcoholera tucumana, tanto por su peso productivo como por su impacto laboral y energético en la región.
