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Mundial 2026: el cálculo que revela el riesgo real para Argentina en el sorteo

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Con datos, simulaciones y supuestos razonables, un matemático experto estima un riesgo bajo de un grupo extremo, pero advierte sobre combinaciones que podrían elevar la dificultad.

Mientras la cuenta regresiva hacia el sorteo del Mundial 2026 avanza, el horizonte para la Selección Argentina se llena tanto de ilusión como de incertidumbre. En un torneo que por primera vez tendrá 48 equipos, la posibilidad de que “La Albiceleste” se enfrente a un grupo extremadamente complicado —un potencial “grupo de la muerte”— no es tan remota como podría pensarse, al menos según un análisis probabilístico. Con base en los bombos ya definidos para el sorteo y algunos supuestos razonables, la probabilidad de que Argentina termine en una zona muy exigente puede estimarse, los números ofrecen una lectura interesante. Fuimos a buscar a un especialista y dimos con Diego Adrián Castro, que es Magíster en Ciencia de Datos, profesor del Departamento de Inteligencia Artificial de la Universidad Austral (Facultad de Ingeniería) y viene trabajando en la aplicación de la ciencia y la analítica al mundo del fútbol. 



Según los rankings más recientes que la FIFA utilizó para confeccionar los bombos (publicado el 19 de noviembre de 2025), Argentina figura en el Bombo 1, junto con los otros máximos candidatos: los tres anfitriones (Estados Unidos, México y Canadá) más potencias como España, Francia, Inglaterra, Brasil, Portugal, Países Bajos, Bélgica y Alemania. Por su parte, el Bombo 2 quedó conformado por selecciones como Croacia, Marruecos, Colombia, Uruguay, Suiza, Senegal, Japón, Irán, Corea del Sur, Ecuador, Austria y Australia.

En el Bombo 3 aparecen naciones como Noruega, Panamá, Egipto, Argelia, Escocia, Paraguay, Túnez, Costa de Marfil, Uzbekistán, Qatar, Arabia Saudita y Sudáfrica. Finalmente, el Bombo 4 incluye a Jamaica, Ghana, Curazao, Nueva Zelanda, Haití, Cabo Verde y los equipos que saldrán de los repechajes, que entrarán directamente en esta urna sin importar su ranking.



Supongamos que queremos estimar la chance de que el grupo de Argentina incluya “rivales difíciles”. Del Bombo 1, ya tenemos elegida a nuestra Selección. En los 3 bombos restantes tenemos 12 equipos en cada uno, lo que en teoría nos daría 1.728 posibilidades (12 al cubo). Sin embargo, la regla de confederaciones puede alterar mucho las combinaciones posibles. Como en los sorteos anteriores, la FIFA impuso que no haya dos equipos del mismo continente en un mismo grupo (con la excepción de Europa, que admite hasta dos). Mediante una simulación computacional, se pudo observar que esto deja aproximadamente 1.200 posibles configuraciones de grupos.

Como las bolillas se van sacando de a un bombo a la vez, cada elección condicionará las diferentes alternativas de los bombos siguientes. Supongamos que queremos estimar la chance de que el grupo de Argentina incluya “rivales difíciles” de cada uno de los bombos restantes. En el Bombo 2, podríamos considerar como “cucos” a Croacia, Marruecos y Japón —equipos con historial competitivo y ranking alto—. Dado que en ese bombo hay 3 sudamericanos (Colombia, Ecuador y Uruguay), Son 3 entre las 9 selecciones posibles, lo que se traduciría en una probabilidad de 33%.

Siguiendo con el bombo 3, el rival más peligroso, conservando el criterio, podría ser Noruega (liderada por Haaland) y debemos descartar al sudamericano Paraguay. Aquí las probabilidades dependerán de quién salió en el bombo 2: de haber salido Croacia, las chances son de 1 entre 11 (9%); si antes tocaba Marruecos, las chances aumentan considerablemente porque en el bombo 3 debemos descartar 5 africanos y queda en 1 entre 6 (17%); por último, con Japón en el bombo 2, se deben descartar 3 asiáticos, quedando 1 entre 8 (12.5%).

En el Bombo 4, podríamos poner como hipotético “cuco” a Italia, aun cuando no ha concretado su clasificación directa: si llegara por repechaje, iría a ese bombo, y bajo ese escenario su incidencia imaginaria sería también baja. De haber precedido Croacia-Noruega, el escenario de Italia sería imposible porque no puede haber más de dos europeos en el grupo; de haber tocado Marruecos-Noruega o Japón-Noruega, las chances estarían alrededor del 10%.

Estos escenarios “de máxima” en definitiva serían 2 sobre los casi 1200 posibles.


Para los nostálgicos, la probabilidad de repetir el grupo del mundial de Qatar es 0 dado que México figura como anfitrión y es cabeza de serie; además, Polonia aún se encuentra jugando su pase en el repechaje.


Ese número es pequeño, claro; lo que señala que un “grupo de la muerte extremo” con esos tres equipos seleccionados según esta hipótesis sería poco probable. Pero el análisis no puede quedarse allí: existen matices claves. 

Primero: esto significa que no todos los emparejamientos son equiprobables simplemente por la presencia en los bombos. Segundo: los equipos que salgan del repechaje, que ingresan en el Bombo 4, podrían incluir a selecciones de peso según qué países se clasifiquen, lo que puede modificar los riesgos reales más allá de nuestras “predicciones ideales”. Tercero: el número total de combinaciones posibles de grupos es enorme con 12 grupos de 4 equipos cada uno, por lo que cualquier estimación simplificada debe considerarse una aproximación.



Otro punto para tener en cuenta: aunque la probabilidad de que Argentina caiga en un grupo muy exigente con esos “cucos hipotéticos” sea baja según nuestros supuestos, no significa que sus adversarios en el Mundial serán fáciles. Selecciones como Marruecos, Croacia o Noruega tienen talento probado; además, podría haber sorpresas desde el repechaje. De hecho, si consideramos distintos escenarios (por ejemplo, diferentes combinaciones de “rivales a evitar” o cambios en quiénes salen del repechaje), las probabilidades pueden variar sensiblemente. Por ejemplo, si en lugar de Italia ponemos otro equipo difícil del bombo 4, o si consideramos más “cucos” en los bombos intermedios, el riesgo de grupo complejo podría subir.

En síntesis, con los datos de bombos actuales y algunas asunciones razonables, una estimación matemática sugiere que la chance de que Argentina termine en un grupo con los tres rivales más temibles (tal como los definimos) es muy baja (0,2%). Pero esa cifra no debe generar excesiva tranquilidad: el Mundial 2026 será más grande, más imprevisible, y la distribución de selecciones vía repechaje aporta un grado extra de incertidumbre. Para “La Albiceleste”, el camino hacia la final ya no solo depende de su rendimiento en cancha, sino también del azar del sorteo: una ecuación en la que la estadística y la estrategia se entrelazan de forma fascinante. 
Bruno Distefano TYC