"El que está ante ustedes es un hombre perdonado, que fue y es salvado de sus muchos pecados". El papa Francisco visitó esta mañana el Centro de Rehabilitación Santa Cruz, más conocido como la cárcel de Palmasola, la más grande y violenta de Bolivia, donde encabezó un acto con 2800 presos.
El pontífice escuchó testimonios de hombres privados de su libertad y luego se dirigió a ellos. "Ayúdense entre ustedes, no tengan miedo a ayudarse entre ustedes. El demonio busca la rivalidad, ¡no le hagan el juego!", dijo.
"Reclusión no es lo mismo que exclusión, que quede claro, porque la reclusión forma parte de un proceso de reinserción en la sociedad", planteó, como forma de alentarlos en su rehabilitación.
"Si en algún momento estamos tristes, mal, bajoneados, los invito a mirar el rostro de Jesús crucificado", agregó.
Fue la penúltima actividad del pontífice en el país. Tras la visita a la cárcel, el Papa se reunirá con obispos de la Conferencia Episcopal y luego viajará a Asunción, Paraguay , última parada de la gira por tres países sudamericanos que comenzó el pasado domingo en Ecuador .
En Asunción, las primeras actividades serán de carácter institucional: visitará el palacio presidencial y se reunirá con autoridades. Después, Francisco bendecirá las placas conmemorativas de la visita de Juan Pablo II al país, en 1988.
A su llegada a las 15 -hora local-, Francisco será recibido por el presidente de Paraguay, Horacio Cartes . Más tarde, mantendrán una reunión privada, se harán las presentaciones de la familia del mandatario y el tradicional intercambio de regalos. También pronunciarán sendos discursos.
En paralelo, el secretario del Vaticano, Pietro Parolin, se reunirá con el ministro de Relaciones Exteriores paraguayo, Eladio Loizaga.
Mañana, el pontífice visitará un hospital pediátrico y celebrara dos misas, una en el santuario mariano de Caacupé y otra en Ñu Guazu.
(Agencias AP y EFE)