“¿Quien de niño no jugó alguna vez con sus amigos a ser un soldado combatiendo con una pistola o una ametralladora de juguete? ¿O jugó al ladrón y al policía buscando escondites y creando estrategias? Y luego cuando llegamos a adolescentes los videojuegos con este tipo de temática nos atraparon y se han convertido, hoy por hoy, en una atracción de chicos y grandes por lo parecido con la realidad.

“El airsoft y el paintball te dan algo más que lo virtual y es la adrenalina que te corre cuando estás practicando este deporte, donde te convertís en el protagonista”, explicó a 200 Alfredo Dip, uno de los referentes del grupo Brothers in Arms de Concepción, que se dedican a la practica de estos deportes alternativos.

El paintball, que traducido al castellano significa bola de pintura, es un deporte no convencional que en los últimos 5 años se ha desarrollado rápidamente en sur de la provincia. Mas de 30 personas la mayoría de Concepción practica esta “guerra de pintura” que involucra réplicas de armas, estrategias, disparos con bolas cargadas con pinturas, máscaras protectoras, cascos de seguridad, indumentaria al estilo militar y chalecos, entre otras cosas.

Las partidas de paintball y airsoft, pueden jugarse bajo techo o al aire libre y adoptar diferentes formas, siendo algunas de las más populares el recball y el speedball. Las reglas varían ampliamente de una a otra forma, estando diseñadas la mayoría para que los participantes disfruten del juego en un entorno seguro.

Para este “entretenimiento alternativo” se necesita mucha astucia, compañerismo, honestidad, comunicación y una buena estrategia, y aunque es considerado como un deporte extremo, su gran aceptación ha generado varios grupos en la provincia de Tucumán. La práctica consiste en dos o más equipos y el objetivo es “marcar” al adversario, utilizando marcadoras neumáticas (rifles o pistolas) que disparan cápsulas de gelatina rellenas con pintura, la cual se elimina fácilmente con agua. Según los que practican esta disciplina el impacto de las bolas de pintura, es similar “a como si nos lanzaran un pequeño huevo”.

La diferencia entre el Paintball y Airsoft esta dado básicamente en el tipo de municiones que se utilizan y en los marcadores. Mientras que en la primera se utiliza un sistema de aire comprimido que produce la presión necesaria para disparar las bolas de pintura, en la segunda se usa una carga diminuta (bolitas de plástico biodegradables) que son lanzadas con réplicas de armas mediante muelle (Spring), eléctrico (AEG), o mediante gas, que lo hace más ágil y realista al juego, según destacaron los integrantes del grupo Brothers in Arms.

“Las disciplinas son parecidas. El paintball es más difundido que airsoft, pero en Tucumán se practican las dos. Nuestro grupo tiene la particularidad de jugar ambas, pero debo reconocer que el airsoft es más barato, más efectivo y ágil ya que las municiones son menos costosas y podés utilizar muchas durante el juego” comentó, Adrián De La Fuente, miembro del grupo.

En “La Perla del Sur”, cada vez, mas personas se suman a este deporte alternativo que en algún punto se confunde entre lo real y lo lúdico. Es que el realismo del “armamento” que manejan son réplicas exactas de rifles y pistolas. El peso, los colores y el tamaño de los equipos confunden, a simple vista, hasta el más avezado manipulador de armas.

Muy practicado difundido en países del primer mundo, al principio tiene un costo cercano de los 2000 pesos para adquirir los accesorios indispensables que en su mayoría son comprados a través de páginas web o en locales comerciales específicos que están instalados en San Miguel de Tucumán.

“Como en la mayoría de los deportes tenés que realizar una inversión y los accesorios tienen distintos precios de acuerdo a la marca y calidad. Pero para arrancar al menos con el marcador, unas gafas protectoras y el chaleco necesitás unos $2000 pesos. Claro, eso lo gastás una sola vez y luego más o menos tenés un costo por juego de unos 100 pesos y a veces menos”, detalló De La Fuente.

La actividad generalmente se desarrolla en campos algunos especialmente preparados y en otros casos en sitios alejados de la cuidad con características selváticas que le dan al juego una mayor naturalidad.

Brothers in Arms, nació hace un año como grupo y el nombre surgió de una canción de la banda de rock británica Dire Straits. Está integrado por Alfredo Dip, Adrián De La Fuente, Patricio Lombardi, Juan Mansilla y Jorge Yapur Deegle. La adrenalina, el gusto por las armas, el deporte al aire libre, las estrategias y la sana competencia son el común denominador que los une sin dejar de lado lo más importante la amistad.

200: ¿Cómo nace en ustedes la inquietud por estas disciplinas extremas?

Jorge Yapur Deegle: Todo surge hace unos 6 años, solíamos reunirnos en los cyber a jugar videos sobre estrategias de guerras que son interactivos y alguien se enteró que en San Miguel jugaban a la guerra pero no virtual. Así que averiguamos nos pusimos de acuerdo y nos fuimos a ver, de esa manera comenzamos mirando primero y después al poco meses jugando hasta el día hoy.

200: ¿En qué lugar lo practican y cuánto dura una partida?

Jorge Yapur Deegle: Nosotros generalmente lo practicamos en el predio del Parque Joven Argentina, que es ideal ya que tiene árboles, el terreno es elevado en algunos sectores y también está cerca del río Gastona lo que hace que el campo de juego sea natural y amplio. Hay otros grupos que suelen ir hacia la zona de Cochuna cerca del cerro, lo que también es interesante por que es más selvático el lugar. En cuanto al tiempo depende de cómo este reglamentado pero por lo general dura unos 60 minutos.

200: ¿Cualquier persona puede acceder al deporte?

Jorge Yapur Deegle: Cualquier persona varón o mujer puede jugar siempre y cuando sea mayor de 18 años. Muchos piensan que es peligroso pero el riesgo es mínimo. Además como ejercicio también es interesante ya que tenés sortear obstáculos, correr, saltar, etc.

200: ¿Existen diferentes disciplinas?

Patricio Lombardi: Si el speedball y el recball que son las más practicadas en esta parte del país. La primera es la versión comercial y más competitiva en la que dos equipos se enfrentan en un terreno no muy grande dentro del cual se disponen obstáculos inflables u otro tipo de elementos (tachos, etc.) en forma simétrica a modo de trincheras. Aquí, las similitudes con batallas reales son escasas y los participantes suelen vestirse con colores llamativos para diferenciar a los equipos.

En cambio el recball (recreation ball) es la versión más jugada, existen muchas variantes, pero básicamente el objetivo del juego es la diversión y la imaginación de los participantes juega un papel central. Este tipo de práctica se lleva a cabo al aire libre (monte, cerros, escenarios preparados al aire libre, etc.) o en lugares urbanos como fábricas o casas abandonadas.

200: En el juego propiamente dicho. ¿Existe un árbitro o se basa en la honestidad del participante?

Alfredo Dip: En las competencias si existen árbitros, pero cuando salís a practicar en el caso del airsoft que las municiones no te manchan con pintura juega la honestidad. Una de las bases del juego es la confianza y la honradez del jugador, ya que no hay manera de comprobar si alguien ha recibido un impacto. El jugador que lo recibe tiene que gritar alguna palabra, antes, acordada dando a conocer a los demás que lo han eliminado, retirándose del terreno de juego levantando la mano.

200: ¿Qué les produce practicar estos deportes alternativos?

Alfredo Dip: Mucha adrenalina, es muy divertido. ¿Quien de niño no jugó alguna vez con sus amigos a ser con un soldado combatiendo con una pistola o una ametralladora de juguete? .¿O jugó al ladrón y al policía buscando escondites creando estrategias?. Y luego cuando llegamos a ser adolescentes los videos juegos con este tipo de temática nos atraparon y se han convertido en una atracción, hoy por hoy, de chicos y grandes por lo parecido con la realidad. El Airsoft y el Paintball te dan algo más que lo virtual y es la adrenalina que te corre cuando estas practicando este deporte, donde te convertís en el protagonista.

200: Los que quieren sumarse a esta actividad ¿Cómo los pueden contactar?

Patricio Lombardi: tenemos una dirección de Facebook que es “Hermanos en Armas” o bien nos pueden escribir a nuestro correo electrónico, [email protected], y también al celular (03865) 15662897 o al (03865) 15574682, para que nos consulten acerca de esta actividad.

Los inicios del paintball

El Paintball comenzó como un juego de caza entre dos amigos en los bosques de Henniker, New Hampshire. Originalmente fue bautizado como National Survival Game, pues no era considerado un deporte en esa época. En 1976 Hayes Noel, un corredor de bolsa y su amigo Charles Gaines, un escritor, volvían a casa hablando del reciente viaje de Gaines a África y sus experiencias cazando búfalos. Ansiosos por recrear la subida de adrenalina que provocaba la emoción de la caza, e inspirados por la historia de Richard Connel El juego más peligroso, los dos amigos concibieron la idea de crear un juego donde pudieran acechar y cazarse uno al otro.

En los meses siguientes, los amigos discutieron qué clases de cualidades y características hacían que alguien fuera un buen cazador y supervivencialista. Se quedaron atascados, sin embargo, en cómo idear una prueba de esas habilidades. No fue hasta un año y medio más tarde cuando George Butler, un amigo suyo, les enseñó un arma de bolas de pintura en un catálogo agrícola.

El arma era una marcadora Nelspot 007 fabricada por la Nelson Paint Company y era utilizada por los ganaderos para marcar vacas Noel y Gaines compraron cada uno un marcador y mantuvieron un duelo que se convertiría en la primera partida de paintball. Gaines ganó.

Tras esto, los amigos idearon las reglas básicas del juego basándose en las de capturar la bandera (capture the flag), e invitaron a unos amigos y a un escritor de Sports Illustrated a jugar. Llamaron su juego Survival (‘supervivencia’) y un artículo sobre él fue publicado en el número de junio de 1980 de Sports Illustrated. A medida que crecía el interés por el juego, Gaines y Noel crearon una compañía, National Survival Game, y firmaron un contrato con Nelson Paint Company para convertirse en distribuidor exclusivo de su equipo de paintball.

Tras esto, licenciaron a franquicias en otros estados el derecho a vender sus armas, pintura y gafas protectoras. Como resultado de su monopolio sobre el equipo, entraron en beneficios en sólo seis meses.

Las primeras partidas de paintball eran muy diferentes a las modernas. Las pistolas Nelspot eran las únicas disponibles. Utilizaban cartuchos de 12 gramos, cargaban un máximo de 12 disparos, y tenían que ser amartilladas tras cada tiro. Las máscaras especiales para paintball aún no habían sido creadas, así que los jugadores usaban gafas convencionales que dejaban expuesto el resto de su cara. Las primeras bolas de pintura tenían una base de aceite y por tanto no eran solubles en agua.

Las partidas a menudo duraban horas mientras los jugadores se acechaban entre sí, y dado que cada jugador sólo tenía un número limitado de cartuchos, los disparos eran raros. Entre 1981 y 1983, fabricantes rivales empezaron a crear productos competidores, y fue durante esa época cuando el deporte despegó.

La tecnología del paintball se desarrolló gradualmente a medida que los fabricantes agregaban una bomba delantera para hacer el amartillamiento fácil y substituían los cartuchos de 12 gramos por tanques de aire más grandes, comúnmente llamados «aire constante». A estas innovaciones básicas siguieron posteriormente las alimentaciones de gravedad y los codos de 45 grados para facilitar la carga.

Desde su nacimiento, el paintball ha arrastrado a una multitud de jugadores ocasionales o permanentes. La Sporting Goods Manufacturer's Association estima que aproximadamente 10 millones de estadounidenses juegan anualmente al Paintball.