Cada 8 de enero se cumple un aniversario más de la muerte de Antonio Mamerto Gil Núñez, conocido como “El Gauchito Gil”, quien se ha convertido en una figura religiosa y objeto de devoción popular en la Argentina aunque no está comprendido dentro de la liturgia católica.
Actualmente, el santuario construido en el emplazamiento de su tumba a unos 8 Km. de la ciudad de Mercedes, provincia de Corrientes, recibe cientos de miles de peregrinos cada año. Pero es común observar cuando se transita por diferentes rutas argentinas la construcción de su santuario que se lo identifica rápidamente ya que se encuentra pintado y embanderado con su color distintivo, el rojo.
En “La Perla del Sur” la imagen de “El Gauchito Gil” puede ser visitada en dos sitios. Una se encuentra sobre la ruta nacional 38 a metros del acceso principal de la cuidad, mientras que la otra está ubicada en el barrio Perón por calle Campo de las Carreras. “Siempre voy todos los años para agradecer por la salud de mi familia y por el trabajo. También es habitual ver a jóvenes estudiantes que vienen a pedir para que tengan un buen año”, comentó Sergio Díaz, seguidor del santo popular.
La Leyenda
Antonio Gil fue un gaucho trabajador rural, adorador de "San La Muerte” que tuvo un romance con una viuda adinerada. Esto le hizo ganar el odio de los hermanos de la viuda y del jefe de la policía local, quien había cortejado a esa misma mujer. Dado el peligro, Gil dejó el área y se alistó para pelear en la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) contra Paraguay.
Luego de regresar, fue reclutado por el Partido Autonomista para pelear en la guerra civil correntina contra el opositor Partido Liberal, pero desertó. Dado que la deserción era delito, fue capturado, colgado de su pie en un árbol de espinillo, y muerto por un corte en la garganta. Gil le dijo a su verdugo que debería rezar en nombre de Gil por la vida de su hijo, quien estaba muy enfermo; el verdugo así lo hizo y su hijo sanó milagrosamente. Él le dio al cuerpo de Gil un entierro apropiado, y las personas que se enteraron del milagro construyeron un santuario, que creció hasta hoy.
Se toma la tradición de envolver con banderas rojas o pintar de rojo los santuarios de veneración al Gauchito Gil, dado a que es el color que caracteriza al Partido Autonomista en la provincia de Corrientes.
Por Rafael Medina