Inicio / Deportes / MILLONARIO CIRCO

Reinas en la jaula

- -
Ya nadie duda de que el MMA femenino llegó para quedarse, pero hay un detalle preocupante: las dos campeonas son tan dominantes que se quedaron solas en sus categorías. ¿Deberían enfrentarse?

El fin de semana pasado fue histórico para el MMA femenino. El viernes se realizó la 11 edición de Invicta FC, el principal (y en este momento único) evento donde pelean exclusivamente mujeres, estelarizada por Crys Cyborg vs Charmaine Tweet. Y el sábado, UFC (la mayor empresa de MMA del mundo) tuvo por primera vez una cartelera doble femenina estelar: Ronda “Rowdy” Rousey vs Cat Zingano y co estelar Holly Holms Vs Raquel Peningnton. Tras las victorias de Cyborg y Rowdy nadie duda de que el MMA femenino llegó para quedarse, pero hay un detalle preocupante: las dos campeonas son tan dominantes que se quedaron solas en sus categorías. ¿Deberían enfrentarse?

El viernes fue la noche de Cris Cyborg, la mejor striker (pegadora, pateadora) del MMA mundial.  Nacida en Curitiba, Brasil, bajo el nombre de Cristianne Justino, tomó su apodo de su ex marido, el peleador profesional Evangelista Cyborg Santos.

Tenía 19 años cuando ingresó a la prestigiosa Chute Box, casa matriz del muay thai y el MMA brasileño, de donde salieron figuras como Shogun Rua y Wanderley Silva. Cuenta la leyenda que la vieron tan fuerte que con solo dos meses de práctica la hicieron debutar en su primer evento, donde fue sometida con una palanca de rodilla. Esa sería su primera y única derrota. Seis meses después se anotó la primera victoria de una racha que parece no tener fin. Luego de cuatro victorias seguidas en su país hizo su debut en USA, y pronto brilló en la extinta Strike Force (televisada en Argentina por canal Space de 2010 a 2013) donde acabó con la carrera de la -entonces estrella- Gina Carano. Los problemas para Cyborg comenzaron cuando, luego de vencer en pocos segundos a la japonesa Hiroko Yamanaka, dio positivo en antidoping.. Sin embargo, eso no afectó demasiado su carrera, cumplió la penitencia y volvió a pelear, con la potencia y explosividad de siempre y sin volver a fallar un test. El estilo de Cyborg es el striking (golpeo) y de pie parece ser absolutamente invensible. Tiene una potencia en los puños que la distingue de cualquier otra mujer. Mientras las demás se cruzan largamente sin lograr el KO, Cyborg lo tiene latiendo en cada puño, y en su pelea del viernes mostró que ni siquiera necesita apuntar al rostro, doblando a Tweet con un potente recto al estómago en sólo 45 segundos.

El sábado fue la noche de Ronda Rousey, la mejor grappler (derribadora, palanqueadora) del MMA mundial. Nacida en Riverside, California, hija de la primer estadounidense en ganar un Campeonato Mundial de Judo, mamó lances desde la cuna. A los 17 años participó en los Juegos Olímpicos de 2004 en Atenas, convirtiéndose en la judoka más joven de todos los Juegos. Ganó múltiples medallas mundiales y en 2008 compitió por segunda vez en los Juegos Olímpicos de Beijing, China, donde obtuvo el bronce. Aunque aun era muy joven y su futuro en judo pintaba dorado, a los 21 años se retiró para dedicarse al MMA. Hizo sus primeras tres peleas amateur ganando todas por llave de brazo en el primer minuto. En 2011 debutó como profesional, derrotando Sara D'Alelio por llave de brazo.

Luego fueron Julia Budd, Miesha Tate, Sara Kaufman, todas vencidas rapidísimo y del mismo modo. La prensa y los sponsors empezaron a fijarse en ella. Una mujer increíblemente bella, aplastante en combate, que no le importa posar desnuda y sabe cuando meter pirotecnia verbal en las entrevistas. Incluso Dana White, presidente de UFC admitió ser fan de Ronda y, al poco tiempo de haber asegurado que nunca dejaría entrar una mujer a la jaula más famosa del mundo, le ofreció un contrato. Claro que para eso primero debió crear una categoría femenina, y fue en su peso: gallo (135 libras-62 kg), 10 libras menos que la categoría de Cyborg. El sábado, Ronda se enfrentó a la que prometía ser su rival más dura, la invicta Cat Zingano, completa y experimentada, se esperaba una guerra. Le duró 14 segundos.

Entonces la situación es la siguiente: dos campeonas tan dominantes que se han quedado sin rivales. Una, la artista del KO, lidera la mayor empresa femenina del mundo. Otra, la artista de la sumisión, lidera la mayor empresa mixta del mundo. Pero diez libras las separan. Ronda es campeona de su división, y UFC no tiene divisiones mayores, por eso no tiene sentido pedirle que suba de peso. Cyborg ya baja mucho para llegar a su categoría y sus médicos dicen que le es imposible cortar diez libras más. Y, aunque suene increíble, las dos corren el riesgo de quedarse afuera por ser demasiado buenas.

La diferencia con las demás es tan grande que algunos fanáticos están empezando a aburrirse: prefieren ver atletas de menos nivel que hagan peleas más parejas, o por lo menos más largas. En un deporte tan nuevo, donde hasta hace poco las mujeres ni siquiera tenían su propia categoría o su propia empresa, ser demasiado talentosa se convierte en un karma. Adelantadas a su tiempo, pioneras, sufren la injusticia de no tener las rivales que merecen. Ojalá más mujeres se animen a entrar a la jaula, ojalá alguna pueda darle la guerra que anhelan nuestras dos reinas solitarias.