Los sospechosos fueron detenidos en la jornada de ayer, luego de confirmarse el hallazgo de manchas de sangre en la pared y en el piso (que habían sido lavadas) de la habitación de la víctima, así como la presencia de colchas y los hilos de un material similar al que cubría el cuerpo de la joven que fue hallada hace dos meses en Río Colorado.
“Personal de la división Homicidios, a cargo del subcomisario Marcelo Sallas, allanó la casa donde vivía la víctima a comienzos de abril y gracias al uso del luminol (un reactivo que se emplea para detectar rastros de sangre), detectaron sangre en el piso y en las paredes de la habitación de la víctima. Además hemos encontrado una frazada idéntica al que envolvía el cuerpo, e hilos idénticos a los que ataban las manos de la víctima”, confirmó la titular de la fiscalía VI.
Todas las pruebas indicarían que el crimen habría ocurrido en la habitación de Cinthia Johana Moyano Trejo, por lo que inmediatamente la fiscal inclinó la vista hacia la familia. En rigor, durante la mañana del lunes fueron detenidos sus padres, quienes podrían enfrentar cargos por homicidio agravado por el vínculo familiar y alevosía por las características violentas del crimen.
En este sentido, la letrada explicó que el estudio del cuerpo de Cinthia Trejo concluyó que la muerte habría sido ocasionada por un fuerte golpe en el cráneo.
En cuanto a la sangre hallada en la habitación, los peritos determinaron que se trata de sangre humana, por lo que se espera que el cotejo de ADN informe si pertenece o no a la víctima. “Estamos seguros que los resultados darán positivo”, sostuvo la fiscal.
Cabe destacar que sus padres habían denunciado en la comisaría de Famaillá que Cinthia había desaparecido el 13 de marzo. No habían realizado la denuncia anteriormente, porque, según explicaron, la joven de 23 años solía ausentarse de la vivienda. Actualmente, son los únicos sospechosos del crimen.