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“Paris es otra ciudad después de los atentados de noviembre, hay mucha paranoia”

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Nicolás Agulló, un músico tucumano que vive junto a su esposa en la capital de Francia contó que las calles de Paris están inundadas de policías y que se experimenta sensaciones de mucha paranoia en la ciudad.

Agulló nació hace 31 años en Concepción y desde el 2010 vive en Paris. Trabaja como director principal de la Orquesta Universitaria de la región francesa de Reims Champagne-Ardenne. Está casado con una parisina, Christiene Audat, quien también es músico compositor y cantante.

El miércoles pasado, cerca de las 17, hora Argentina (22 en Francia), primerafuente logró comunicarse telefónicamente con Nicolás quien nos atendió amablemente. Cuando se enteró que era un periodista de su provincia natal inmediatamente dejó escapar una leve tonada tucumana, y lanzó un particular saludo ¿Hola chango, cómo estás?

Aunque en Europa ha comenzado la primavera aún las temperaturas siguen siendo bajas y un ciclo de lluvias casi interminables acompaña la apertura de la estación de las flores que para Nicolás es un poco “pesado”. “Estamos bien, tranquilos pero medio pesado el ambiente. Estamos con las típicas lluvias de marzo y todo el mundo ansioso que termine el invierno. Lo peor de París siempre es el clima”, confiesa el concepcionense.

¿En qué zona de Paris vivís con tu esposa?

Nos mudamos hace poquito a un nuevo departamento en el "12ème arrondisement" cerquita del bosque de Vincennes. Es lejos de la Torre Eiffel. La Torre está cerca del otro bosque que limita con París, el "Bois de Boulogne”. Es muy tranquilo, es un barrio que guarda el espíritu del París de los `70, con almacenes chicos, una excelente panadería, la quesería al lado, la pescadería, la cava y venta de vinos. Vamos a decir un barrio con personalidad, no se ha dejado invadir por la venta de ropa y la frivolidad. Hay barrios típicos y muy bonitos arquitectónicamente que lamentablemente muestran en sus veredas únicamente almacenes de ropa uno al lado de otro

¿Cómo se vive en “La cuidad de las luces”, luego de los atentados perpetrados en noviembre pasado, sumado a los rumores de un ataque terrorista el pasado domingo 28 luego de la difusión de un video del Estado Islámico que simula la explosión de Torre Eiffel?

Si hay todo el tiempo rumores pero la verdad difícil. Desde los atentados de noviembre la policía y los militares franceses inundaron las calles (lo cual agrega la lógica cuota de paranoia al ambiente) y prácticamente todos los días se llevan a cabo operativos de control o bien se impiden nuevos atentados. Se huele ese control obsceno de las fuerzas del orden, a veces bien conducido otras no.

¿Sentís que a veces se torna difícil transitar por las calles parisinas con tanto control policial?

Existe un término en francés "bavure policière" cuando hay abuso de poder. El delgado límite en el que las fuerzas del orden se vuelven fuerzas del desorden. Pero más allá de eso uno es consciente que por el momento ese extremo “control-prevención” es un mal necesario.

En las últimas semanas Francia está convulsionada con huelgas y manifestaciones ¿qué sucede con el cambio de ley de trabajo?

Actualmente otro factor que pesa en el espíritu de la gente, es el cambio de la ley del trabajo. Desde hace un par de semanas no paran las manifestaciones y huelgas para impedir esto. Una tropelía del parlamento europeo y los franceses no pretenden dejarla pasar.

Según el último sondeo, el 58% de los franceses se oponen a esa reforma impulsada por el presidente, François Hollande” ¿Pensás, por todo eso que sucede en Francia, en volver o irte a otro país o descartas esa posibilidad?

Por el momento yo tengo laburo aquí y se va desarrollando. Si tuviera una propuesta más tentadora afuera ni lo dudo. Pero siempre hay que discutirlo con mi esposa, las decisiones de a dos siempre.

¿Cuándo suceden estos hechos o rumores de ataques terroristas pensás en ese momento en volver a la Argentina?

No, cada lugar tiene sus pro y contra. He vivido 25 años en Argentina, de los cuales 17 en Tucumán, siento la necesidad de pasar un tiempo más o menos equiparable descubriendo otras culturas, idiomas y maneras de vivir antes de pensar en volver. Pero como te dije antes, con la proyección de familia y una eventual posibilidad de trabajo muy conveniente, todo es posible, "nunca digas nunca”.

Por Rafael Medina-.