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A los 85 años, murió el ex gobernador de Córdoba, Eduardo Angeloz

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Estaba internado en el Instituto Cardiológico. Su salud se había deteriorado producto de una enfermedad terminal. Fue gobernador desde 1983 hasta 1995 y candidato a Presidente en 1989.

A los 85 años, falleció el exgobernador Eduardo César Angeloz, figura central en la política cordobesa en el último medio siglo. Angeloz fue tres veces mandatario provincial, dos veces senador nacional, candidato presidencial, líder del radicalismo cordobés y referente partidario hasta el último día de su vida. Hace un tiempo, el radicalismo de Córdoba lo había nombrado presidente honorario.

Fue el primer gobernador de la recuperación democrática en 1983 y se mantuvo en ese cargo por dos períodos más, después sendas reelecciones. Su último mandato le acarreó una serie de tropiezos políticos y judiciales, ya que tuvo varios funcionarios condenados por corrupción y él debió afrontar un juicio por presunto enriquecimiento ilícito, del que fue absuelto. Su figura pública se deterioró notablemente después de aquel proceso judicial.

Siguió trabajando activamente en la UCR y fue homenajeado y resaltado tanto por José Manuel de la Sota como por Juan Schiaretti. Conservó hasta el último día de su vida su lúcidez en el análisis político, su carisma dirigencial y su hábil oratoria.

Sus seguidores reivindican de su gestión los aportes a en educación, salud y la promoción social, en especial el aún vigente Paicor. Sus detractores lo acusan por el dispendio de recursos públicos y los hechos de corrupción por el que fueron condenados algunos de sus colaboradores.

La dirigencia política de Córdoba, con matices, reinvidica su figura más allá de las valoraciones encontradas en la ciudadanía.

Angeloz había nacido un 18 de octubre de 1931 en Río Tercero en una familia muy ligada a la Unión Cívica Radical. Cuando era chico fue a vivir a la ciudad de Córdoba, se radicó en el barrio de Nueva Córdoba, cursó su estudios en la entonces escuela Olmos y se aflió a la UCR cuando cumplió 18 años. Su primer contacto partidario fue con Arturo Illia, quien años después sería presidente de la Nación.

Fue presidente de la JR en 1953, titular del Comité Capital en 1963 y senador provincial en ese año. En 1972 fue designado presidente del radicialismo de Córdoba, cargo que ocupó hasta años después de la recuperación democrática.

Fue senador nacional en 1973 hasta el golpe militar de 1976. Durante la dictadura, fue funcionario de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Tras la derrota en Malvinas, la dictadura comenzó a dar señales de llamado a elecciones y arrancó el movimiento en los partidos. En el radicalismo, emergía la figura de Raúl Alfonsín, que ya había sido precandidato a presidente en 1973 y derrotado en la interna por Ricardo Balbín.

Alfonsín sabía que para imponerse en la interna de su partido necesitaba del acompañamiento de la Línea Córdoba, que lideraba Angeloz. Por eso le ofreció ser su candidato a vicepresidente a fines de 1982. Angeloz le responde que se está preparando para ser gobernador y propone a su amigo Víctor Martínez para el cargo.

En las elecciones del 30 de octubre de 1983, la fórmula Eduardo Angeloz-Edgardo Grosso se impone por el 55,84 por ciento de los votos ante el candidato peronista Raúl Bercovich Rodríguez. De ahí en más, Angeloz construyó un fuerte liderazgo que no sólo alcanzó a su partido sino también a otros factores de poder, como la Justicia, los gremios, los empresarios, la Iglesia y sectores castrenses, entre otros.

Generoso en el reparto de espacios con sus rivales internos en la UCR y hábil negociador con otros opositores partidarios, se transformó en la referencia central de la política cordobesa a partir de una sucesión de victorias electorales. Con ese entramado, impulsó una reforma constitucional que habilitó la reelección del gobernador antes vedada en Córdoba y una serie de novedosos institutos, algunos aún no puestos en práctica en la Provincia. En 1987, mientras el radicalismo gobernante cosechaba un fuerte revés nacional, Angeloz lograba su reeleción en la primera victoria que logró ante De la Sota.

El sueño presidencial

Con el radicalismo nacional golpeado y la inflación que empezaba a carcomer la gestión de Alfonsín, Angeloz quedaba posicionado como el candidato presidencial oficialista para 1989.

Recibió una llamada del propio Alfonsín, que él cuenta en sus memorias así: “Mirá, Eduardo, mañana tengo un almuerzo con periodistas y está previsto que uno me pregunte por el candidato del radicalismo. Yo voy a decir que el radical mejor considerado por la sociedad sos vos”.

Se esforzó por tomar distancia de Alfonsín, en medio de la hiperinflación, pero no le alcanzó. Perdió ante Carlos Menem en mayo de 1989. De aquella campaña, se resintió la relación entre Alfonsín y Angeloz, que recuperaron en parte recién cuando ambos estaban bastante alejados de la vida pública.

Angeloz fue reconocido por Menem, quien le propuso ser su jefe de Gabinete, figura que no existía en este momento, pero el cordobés rechaza el convite. La relación con el riojano fue muy estrecha y fluida, incluso en los tiempos de la caída del gobernante radical./lavoz.com.ar