Un ventilador o respirador alternativo para cuidados
intensivos desarrollado íntegramente con insumos nacionales en solo 55 días por
investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) -junto a
pequeñas empresas y otros organismos públicos- se encuentra ya en la última
fase de ensayos, informó el organismo.
"Estamos en la instancia final de hacer todos los
ensayos pertinentes de eficacia y seguridad que requiere cualquier equipamiento
médico y la idea es que en las próximas dos semanas podamos tener listo el
equipo final con toda la documentación para ser aprobado por Anmat",
describió a Télam Rubén Geneyro, presidente del organismo.
Y continuó: "Se trata de un equipo simple que no sería
para casos tan extremos de terapia y se utiliza menor cantidad de tiempo que lo
que se usa un respirador de alta tecnología, es decir, es un complemento para
que llegado el caso de que se presente un pico de la pandemia, haya una
alternativa más".
Geneyro destacó que "para lograr este producto en 55
días se hizo un trabajo de articulación muy fuerte con un un grupo de empresas
pymes vinculadas desde hace muchos años al INTI y un consorcio del área de
defensa donde está Fabricaciones Militares, el Instituto de Investigaciones
Científicas y Técnicas para la Defensa (Citedef) y la Facultad de Ingeniería
del Ejército".
El equipo, basado en un proyecto original del Massachussets
Institute of Technology (MIT) pero adaptado, mejorado y elaborado con insumos
nacional, consiste en la automatización de una bolsa de ventilación manual
-comúnmente conocida como AMBU por su nombre en inglés (Airway Mask Bag Unit)-,
un dispositivo que los hospitales utilizan como apoyo respiratorio en
situaciones de emergencia.
Se trata de un sistema simple que emplea un motor para
accionar un mecanismo que comprime la bolsa de ventilación manual en base a
parámetros que va controlando como la frecuencia respiratoria, la presión
inspiratoria, el tiempo inspiratorio, etc.
El ventilador cuenta, además, con sistemas de filtros entre
el tubo traqueal y el dispositivo, de forma que el aire exhalado por el
paciente esté libre de virus.
El prototipo de este ventilador superó ya el protocolo
establecido por los profesionales de la salud en la Asociación de Anestesia
Analgesia y Reanimación de Buenos Aires (Aaarba) en cuanto a las prestaciones
mínimas de eficacia.
Además, el proyecto fue seleccionado por la Agencia Nacional
de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, en
el marco de su convocatoria a proyectos asociativos (FIT Covid19), para recibir
un aporte no reembolsable superior a $12 millones (con una inversión de
contraparte de $7,6 millones) a los efectos de finalizar el desarrollo y
comenzar con la fabricación a escala.
"En un momento pico de la pandemia, que esperemos que
no suceda, este ventilador podría complementar las alternativas que tenga el
sistema de salud para poder atender a la mayor cantidad de pacientes posibles
en las distintas instancias de gravedad", sostuvo Geneyro.
Este respirador se sumaría a otras fabricaciones nacionales
para terapia intensiva: "Argentina tiene hoy la capacidad de desarrollar
respiradores de alta tecnología mediante dos empresas con larga trayectoria que
están en Córdoba y también están siendo acompañadas por el Estado
argentino", describió.
Y continuó: "También hay otro proyecto de la empresa
Adox que junto a la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República
Argentina (Adimra) hacen una adaptación de equipos de anestesia a respiradores
de terapia. Ahí colaboramos desde el INTI y estamos terminando un ensayo con
las válvulas".
El funcionario detalló que el organismo también acompañó
otras iniciativas con asistencia técnica y legal a instituciones educativas y
empresas vinculadas al desarrollo de equipamiento médico como Lew S.A.; Toyota
con ITBA y Mirgor S.A.; PAVS y Capipe; Respira Olavarría; Inventus con la
Universidad Nacional de Rosario y los proyectos de la Universidad Nacional de
Rafaela y la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca), Universidad Nacional
del Centro entre otros.
Finalmente, el funcionario subrayó "la importancia de la articulación público privada" y "que el sistema científico-tecnológico argentino, que fue tan castigado en los últimos años pero sobre todo en la gestión anterior, ha tenido una enorme capacidad de respuesta frente a la pandemia gracias al compromiso de los profesionales y trabajadoras y trabajadores de cada una de las instituciones"./Fuente: Télam.