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Una madre que teme por la vida de su hija no encuentra respuesta en la Justicia

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Gregorio Leiva está condenado por haber violado a su propia hija y fue beneficiado por la Justicia con prisión domiciliaria por ser del grupo de riesgo por coronavirus./foto gentileza de Mariana Romero Ampliar
Denunció por Radio Prensa que vive un verdadero calvario porque un vecino que cumple prisión domiciliaria, acosa a su hija de 12 años. "Tengo miedo de volver a casa y no encontrar con vida a mi hija", dijo Eliana Barrionuevo.

Desde hace casi dos meses que va de un lado a otro sin poder brindarle la seguridad que su hija se merece. Sufre la indeferencia de las autoridades judiciales y la amenaza que pesa sobre su pequeña hija de 12 años, que es acosada sexualmente por un depravado. Un vecino que cumple prisión domiciliaria precisamente por una condena de abuso sexual contra su propia hija.

"Ese hombre eligió como trofeo a mi pequeña hija", relató Elina Barrionuevo durante el diálogo entablado con Diego Tomás, en el programa Alguien Nos Perdonará por FM Radio Prensa. "Desde el 27 de junio vengo buscando justicia, que alguien me ayude con este hombre, que acosa verbalmente a mi nena", dijo Elina quien detalló que desde entonces acudió a la comisaria de Alderetes, donde vive junto a su hija, y no le quisieron tomar la denuncia.

La mandaron al Patronato de Internos y Liberados, ya que el acusado cumple con prisión domiciliaria, pero tampoco tomaron su denuncia.

Para no volver a la comisaría, decidió ir a la Fiscalía de turno y por la pandemia de coronavirus nadie atención su reclamo. Como último recurso acudió a la Brigada de Investigaciones de la Policía y desde allí la mandaron a la Unidad Regional Este, donde por fin la acompañaron a la comisaría de Alderetes para poder asentar la denuncia, esto ocurrió el 11 de agosto. Pero nada cambió a pesar de que la policía tomó conocimiento de esta grave situación.

"Lo que pido es que alguien haga algo porque este señor, sigue acosando a mi hija. Lo tengo a la par de mi casa y yo tengo que salir a trabajar y tengo miedo que haga algo cuando yo no estoy", afirmó Eliana.

A pesar de estar condenado y con prisión domiciliaria, el hombre se pasea en moto por la cuadra, suele juntarse con sus amigos a beber y se emborracha, para seguir acosando a la pequeña de 12 años. 

"Gregorio Leiva, así se llama este depravado, no tiene nada que perder y está pagando una condena por abuso sexual hacia su hija", afirmó Eliana. Agregó que "aunque suene muy brusco, creo que el trofeo de él es mí hija, está empeñado en hacerle daño".