Paulina era estudiante de la carrera de Comunicación Social.
El 25 de febrero de 2006, a la noche, salió a festejar con sus compañeras
porque había aprobado una materia. Desde la mañana siguiente no se supo más
nada de ella. Dos semanas después su cuerpo apareció en un descampado cerca del
ingreso a Tapia, a la vera de la ruta 341.
Gracias a la lucha de su padre Alberto Lebbos se logró
develar el entramado de encubrimientos a los asesinos, organizado por altos
mandos de la Policía y del Ministerio de Seguridad de la provincia. Además,
puso contra las cuerdas a uno de los tres fiscales que “investigó” el caso,
Carlos Albaca, quien está próximo a sentarse en el banquillo de acusados por
encubrimiento agravado. En ese juicio se espera que brinde testimonio el
senador Alperovich. Las expectativas de la querella son que en la sentencia el
Tribunal ordene la apertura de una investigación en contra del exgobernador, a
quien Alberto acusa desde el primer momento de proteger a los asesinos de su
hija.
Hasta el momento se hicieron dos juicios, ambos por el
encubrimiento del crimen. En febrero del 2019 fueron condenados 4 ex
funcionarios del gobierno de José Alperovich: el ex secretario de Seguridad
Ciudadana, Eduardo Di Lella -6 años de prisión-; el ex jefe de Policía, Hugo
Sánchez -6 años de prisión-; el ex subjefe de la fuerza, Nicolás Barrera -5
años y 6 meses de prisión- y el ex subjefe de la Regional Norte, Héctor Rubén
Brito -5 años de prisión; a ellos se sumó el policía retirado Hugo Waldino
Rodríguez - tres años de prisión condicional-.
En 2013 ya habían sido juzgados también por encubrimiento
agravado los policías que intervinieron en el hallazgo del cuerpo de Paulina:
el comisario Enrique García (jefe del destacamento de Raco) -condenado a cinco
años de prisión-, el oficial Manuel Yapura -cuatro años de prisión- y Roberto
Lencina –dos años de cárcel-, por haber sido encontrados culpables de haber
falsificado las actas del procedimiento.
La sentencia del segundo proceso, en el que se juzgó a la
cúpula de la fuerza policial y del Ministerio de Seguridad de la gestión
alperovichista, obligó la renuncia del jefe y subjefe de Policía del primer gobierno
de Juan Manzur,
“Yo sostengo que se han movilizado los tres poderes del Estado para garantizar la impunidad del crimen de mi hija. El clan Alperovich/Rojkés en el Ejecutivo, Sisto Terán y otros legisladores que se negaron a llevar a juicio político al corrupto de Albaca y al ex jefe fiscal Luis Di Mitri (ya fallecido) y los fiscales que diseñaron este entramado de impunidad. Espero salga todo a la luz y todos estos delincuentes vayan presos”, sentenció Lebbos.