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El Presidente no tomó ninguna resolución

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La renuncia a "disposición" que presentaron los funcionarios enrolados en el kirchnerismo, generó una jornada complicada en la Casa Rosada. El Presidente se mantuvo durante toda la tarde reunido con sus principales colaboradores pero no tomó ninguna resolución. Cristina Kirchner llamó a Martín Guzmán para asegurarle que no reclama su salida. Sergio Massa se comprometió a trabajar para mantener la unidad. También se expresaron gobernadores, intendentes y la CGT.
El presidente Alberto Fernández dejó la Casa Rosada pasadas las 21.30, poniéndole cierre a una de las jornadas más complicadas de su gestión y sin definiciones. Durante varias horas se mantuvo reunido con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta, realizando llamadas y analizando cómo resolver la situación generada a partir de las renuncias presentadas por unos diez funcionarios kirchneristas. El llamado de la vicepresidenta Cristina Kirchner al ministro de Economía, Martín Guzmán, para desmentirle que reclamara su salida y la intervención del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, adelantando que trabajaría por mantener la unidad del Frente de Todos sirvieron para distender, hacia el final, una jornada muy cargada. La CGT, gobernadores, intendentes y movimientos sociales salieron a expresar su apoyo al Gobierno.

En la Casa Rosada comentaban una curiosidad. En el sistema de comunicación interna del gobierno sólo habían ingresado dos renuncias: la del ministro de Ambiente, Juan Cabandié, y la del titular de la Acumar, Martín Sabbatella. Hubo otros ocho funcionarios que hicieron públicas sus cartas pero no las ingresaron en el sistema oficial. El inicio del problema estuvo en la conversación que el Presidente y la vice mantuvieron el martes a la noche en Olivos en la que, resultó evidente, no se pusieron de acuerdo. Fernández está convencido de que no es necesario realizar un cambio de gabinete luego de la derrota electoral, Cristina Kirchner piensa lo contrario. En el kirchnerismo entienden que los anuncios de mejoras de jubilaciones, AUH y salario mínimo que prepara el Presidente no tendrán efecto si mantiene un elenco ministerial desgastado y poco efectivo. "Es más de lo mismo", opinan.

La discusión estaba en ese terreno cuando Fernández encabezó, hacia el mediodía, un acto en el Museo del Bicentenario junto a Guzmán y al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quienes conforman junto a Cafiero el trío de funcionarios más cuestionados por el kirchnerismo. Se interpretó el acto como un respaldo y fue la gota que colmó el vaso. Poco después, el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, difundió una carta de renuncia "a disposición" del Presidente, con un breve texto en el que decía creer interpretar con ese gesto su mensaje del domingo a la noche luego de la derrota electoral.