La Sala III de la Cámara Penal de Tucumán dio a conocer su
veredicto en el juicio al ex fiscal Carlos Albaca, acusado de cometer
irregularidades mientras estuvo a cargo de la investigación del crimen de
Paulina Lebbos, la estudiante universitaria de 23 años asesinada en 2006.
Los jueces Wendy Kassar, Fernanda Bahler y Raúl Cardozo condenaron a seis años de prisión por encubrimiento agravado al ex fiscal. El fallo fue unánime.
De este modo, Carlos Albaca se convirtió en el primer ex fiscal tucumano en ser condenado por irregularidades en su labor como funcionario judicial.
Albaca llegó a juicio oral y público acusado de los
delitos de "incumplimiento de deberes de funcionario público y
encubrimiento agravado", en el marco de la causa por el crimen de Lebbos.
En total, al exfscal se le imputan 11 hechos
vinculados a pistas que no siguió, a pericias que no se hicieron y a
testimonios y evidencias que no se recabaron y se perdieron.
Durante los alegatos, el fiscal Gerardo
Salas pidió seis años de prisión para Albaca y recordó que el exfiscal estuvo a
cargo del caso desde fines de abril de 2006 y que "su primera medida fue
dictar secreto de sumario, que se mantuvo durante siete años".
Salas recordó además que "le quitó el rol de querellante
a Alberto Lebbos, padre de la víctima, y se lo dio a César Soto, pareja de la
joven, quien era considerado un posible sospechoso" del crimen.
Salas solicitó además 10 años de inhabilitación para
Albaca, que le suspendan el pago de la jubilación y al menos un año de prisión
efectiva, ya que cumplió 70 años durante el juicio y, en caso de condena,
podría acceder al beneficio de la prisión domiciliaria.
El fiscal sentenció que el imputado no tuvo
"perspectiva de género" durante su rol de investigador del caso y
citó parte de uno de sus descargos, donde afirmaba que Paulina "podría
haber muerto por un juego de asfixia erótica".
También se refirió a otras "fallas y
entorpecimientos en la investigación" mientras que la causa estaba en
manos de Albaca y dijo que "durante siete años no realizó los estudios de
ADN en los pelos hallados en el cuerpo de la joven, ni de los hisopados que se
realizaron”, dejando degradar la prueba y que se pierda el material genético.
“Es un día importante, porque se hizo justicia después de tanto tiempo y ha sido un fallo con la máxima condena prevista por la ley”, dijo Alberto Lebbos en comunicación telefónica con el programa radial Alguien nos Perdonará.