Pacto de Mayo: ¿proyecto refundacional o decálogo vacío?

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El presidente buscará que se firme en Tucumán en los próximos días. Se trata de un conjunto de principios con los que busca reconstituir las bases de la Argentina. Para algunos es un hecho político significativo; para otros, una imposición ideológica con consecuencias meramente simbólicas.

Con sus primeras leyes bajo el brazo, el presidente se entusiasma con la idea de concretar -por fin- el tan anunciado Pacto de Mayo. La cita sería, en principio, el 8 de julio en Tucumán. Todavía resta saber quiénes acudirán al llamado presidencial y cuál será el impacto real del documento suscrito. Solo el tiempo dirá si los principios que firmarán más de una decena de gobernadores con el presidente tendrá algún valor que exceda lo meramente simbólico. No obstante, no se puede desconocer que probablemente se trata del hecho político e institucional más relevante de los últimos años.

"Quiero aprovechar este día con la bandera argentina flameando en el cielo, avanzada ya la sanción de la Ley Bases y el paquete fiscal, para convocar a todas la autoridades nacionales, los gobernadores, los ex presidentes, los miembros de la Corte Suprema, empresarios y trabajadores a que nos encontremos la noche del 9 de julio en Tucumán para firmar el Pacto de Mayo".

Con esas palabras el presidente Javier Milei relanzó su convocatoria a suscribir una serie de puntos que significarían el punto de partida de proyectos de ley con los que el mandatario pretende "refundar" la república. La invitación está principalmente dirigida a los gobernadores, fundamentalmente aquellos que actuaron como aliados para la aprobación de la ley Bases y el paquete fiscal, y como guiño a ellos, el lider libertario aceptó introducir algunas modificaciones al decálogo original. 

La convocatoria inicial la había pronunciando el mandatario durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso hace casi 4 meses atrás, el pasado 1 de marzo, y la cita sería la provincia de Córdoba, lugar donde nació su perro Conan. Pero por las desaveniencias que enfrentaron los proyectos enviados por el Ejecutivo en el Congreso (principalmente en el Senado), la reunión se fue postergando. Finalmente el encuentro se llevaría a cabo en Tucumán, en el marco de los festejos del Día de la Independencia, aunque se especula que sería el 8 y no el 9 de julio, como estaba previsto con anterioridad.

La fecha había quedado en estado incierto desde que los asesores del Presidente se percataron, el fin de semana, de que la jornada patria podría coincidir, el martes 9 de julio, con un partido de la Selección en la Copa América, lo cual los pondría en riesgo de que el evento perdiera centralidad. El histrionismo que caracteriza a Milei y a su equipo de gobierno no les permite siquiera considerar ceder protagonismo ante nadie, ni siquiera ante la Scaloneta. La nocturnidad es aparentemente innegociable. Del mismo modo, la posibilidad de trasladarlo al fin de semana siguiente tampoco está en los planes de Casa Rosada, ya que se cruzaría con la final del torneo continental.

Este jueves, el gobernador Osvaldo Jaldo confirmó que la rúbrica se realizará en Tucumán, como era su deseo desde hace tiempo, pero que aún no se definió la agenda para las celebraciones por el Día de la Independencia en espera a que desde Presidencia confirmen sus pretensiones. "El foco principal de la celebración no solo será la declaración de Independencia, sino también la firma del tan esperado Pacto de Mayo. Este pacto, tiene como objetivo fortalecer los lazos federales y será rubricado por el presidente y la mayoría de los gobernadores del país. Este pacto es crucial tanto para el presente como para nuestra historia, marcando un compromiso auténticamente federal que busca fortalecer la unidad nacional en tiempos desafiantes", enfatizó Jaldo.

Todo indica que el momento elegido por Milei será la vigilia del lunes 8 por la noche, para recibir el Día de la Independencia sin sacrificar la épica nocturna y no seguir postergando el evento. Serían los únicos momentos en los que el presidente participe de los actos en nuestra provincia, ya que tiene previsto participar del Tedeum en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, que comenzaría a las 9, para luego asistir al desfile militar junto a las autoridades porteñas.

De confirmarse estos planes, la ceremonia religiosa en la Catedral tucumana y el homenaje a los próceres en la Sala de la Jura de la Casa Histórica solo contaría con la presencia de las autoridades locales, algo inusual para la fecha, ya que ese día Tucumán se convierte en la capital del país. De hecho, sería una de las pocas veces desde el regreso a la democracia que un presidente no esté presente en el acto de Casa Histórica.

Todavía resta la confirmación final y que las invitaciones comiencen a ser giradas a sus destinatarios, algo que se espera ocurra la semana que viene a más tardar. La otra incógnita que pronto se develará es el listado de gobernadores, funcionarios y dirigentes políticos a los que les llegará el convite. Si bien desde la Rosada aseguran que "todos están invitados", por lo bajo admiten que "no se gastarán" en enviar invitaciones a los expresidentes Alberto Fernández y Cristina Fernández, y al gobernador bonaerense, Axel Kicillof.

Pasó mucha agua bajo el puente desde aquel 1 de marzo, día en que Milei lanzó la convocatoria. Y aunque persiste en su actitud desafiante, el mandatario comenzó a ceder en algunos puntos y eso le sirvió para cosechar el respaldo de varios gobernadores. Se puede suponer con certeza que el apoyo a los proyectos de ley bases y paquete fiscal responde a una situación de urgencia y conveniencia más que a coincidencias ideológicas. En la necesidad de asegurar su propia gobernabilidad, los mandatarios fueron bajando el tono del enfrentamiento, hasta incluso llegar a afirmar su "fanatismo" por las ideas del libertario.

Asesorado por sus hombres de mayor confianza -aquellos que como Guillermo Francos comprenden las viejas mañas de la política-, el anarcocapitalista incluso aceptó modificar el listado de principios del Pacto, ahora rebautizado Acta de Mayo, para incorporar algunos puntos pedidos por los mandatarios y modificar otros que generaban alguna inquietud. De esto modo, la educación pasó a formar parte del compromiso y la reforma electoral quedó afuera.  

Asi quedarían redactadas las 10 claúsulas del Acta de Mayo:

1. La inviolabilidad de la propiedad privada.

2. El equilibrio fiscal innegociable.

3. La reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno.

4. Una educación inicial, primaria y secundaria útil y moderna, con alfabetización plena y sin abandono escolar.

5. Una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos y promueva el comercio.

6. La rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual que padecen las provincias.

7. El compromiso de las provincias de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país.

8. Una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal.

9. Una reforma previsional que le dé sustentabilidad al sistema, respete a quienes aportaron y permita, a quienes prefieran, suscribirse a un sistema privado de jubilación.

10. La apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser una protagonista del mercado global.