04.06.25
Miércoles | 19:30

Caso Gabriela Arroyo: la querella espera pruebas claves que demostrarían que fue femicidio

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El abogado que representa a la familia de la víctima, Dr. Augusto Reynoso, indicó en Prensa Multimedios que la etapa de instrucción se encuentra avanzada y que se vienen cumpliendo con los plazos procesales. Por otro lado, se mostró confiado en contar con el material probatorio que demostraría que el caso debe abordarse como un femicidio.

Gabriela Arroyo falleció el domingo 2 de marzo mientras esperaba la llegada de una ambulancia para ser trasladada a un hospital. Momentos antes había sufrido una descompensación tras ser ingresada al Sanatorio Regional, en donde padeció un paro cardiorrespiratorio, provocado por las heridas que presentaba tras haber sufrido dos caídas consecutivas de la motocicleta que conducía su pareja, Oscar Alberto Rocha.

El caso está siendo investigado por la Fiscalía de Homicidios I que dirige Pedro Gallo, quien decidió imputar a Rocha por el delito de homicidio agravado por el vínculo y solicitar al Colegio de Jueces el dictado de prisión preventiva por 90 días, pedido que fue concedido.

"Nosotros entendemos que se trata de un femicidio, pero sabemos que tenemos que probar que hubo violencia de género y que el motivo del homicido es ese. Creemos que estamos en posición de demostrar que hubo situaciones de violencia previa que llevaron a lo que ocurrió la noche en que Gabriela fue asesinada", explicó el Dr. Augusto Reynoso, representante de la familia de Arroyo.

Según los datos aportados por la familia de la víctima, Gabriela habría sufrido una golpiza de parte de su pareja y posteriormente arrojada de la motocicleta de manera intencional. La versión oficial del Ministerio Público Fiscal da cuenta de que Rocha conducía su motocicleta Corven, acompañado por Arroyo, y que al llegar a la intersección de las calles Raúl Colombres y Principal, en la Costanera, el motociclista perdió el equilibrio, y ambos cayeron al suelo. “Rocha se levantó y empezó a zamarrear y a gritarle a Arroyo, quien presumiblemente había perdido el conocimiento, para que esta reaccionara y amenazaba a los transeúntes que intentaban socorrerlos”, afirmaron desde el MPF en la audiencia de formulación de cargos. 

Tras ese primer incidente violento, el hombre subió nuevamente a la víctima al rodado y continuó ejerciendo violencia mientras estaban en marcha. Al llegar a la avenida Circunvalación y calle Blas Parera -según la acusación-, Rocha le propinó un codazo a la mujer provocando que cayera al suelo. “El hombre se bajó de la moto y con intenciones de ocasionarle la muerte a su pareja, empezó a zamarrearla, agarrarla de los cabellos y golpear su cabeza en reiteradas oportunidades contra el suelo, causándole un traumatismo encéfalo craneano que ocasionó su fallecimiento”, manifestó la fiscalía.

A causa de sus heridas, Gabriela sufrió una descompensación y fue ingresada al Sanatorio Regional. Los médicos solicitaron una ambulancia al Sistema de Emergencias 107 para que fuera llevada a un hospital, pero mientras esperaban a que se concretara el traslado sufrió un paro cardiorrespiratorio y falleció.

"Faltan varias pericias por realizar, pero por suerte tenemos el testimonio de varias personas que estuvieron en el lugar, lo que nos da la ventaja en la reconstrucción de lo hechos. Tenemos testigos que tardaron en presentarse a declarar, algunos por miedo a represalias, y otros que vieron alguna parte del hecho y quizás creían que no era relevante. Todo es relevante, por eso alentamos a que se animen a declarar", agregó Reynoso.

El abogado querellante es consciente de que se trata de una causa compleja, en la que los testimonios de aquellos que presenciaron los momentos finales de Arroyo serán claves para lograr llegar a juicio y lograr una sentencia. Sin embargo, se mostró confiado en que la causa tendrá una resolución antes de fin de año. "Estamos dentro de los plazos, porque se tratan de pruebas forenses y análisis de instrumentos tecnológicos los que faltan realizar, lo que demanda cierto tiempo porque son pruebas complejas", añadió.

Para la reconstrucción de los hechos, el MPF dependió en exclusividad de las declaraciones brindadas por los testigos -algunos que prefirieron mantener su identidad reservada por miedo a represalias-. El relato de los que presenciaron alguna de las situaciones ocurridas durante esa noche son coincidentes en ciertos elementos que permitieron a los investigadores arribar a conclusiones importantes.  

Cada testigo confirmó que el acusado fue agresivo con Gabriela, y que aún viéndola desvanecida producto de las caídas, intentó incorporarla por la fuerza para llevarsela del lugar. En este sentido, la segunda caída fue presenciada por numerosos vecinos de la zona, quienes intentaron auxiliarlos, siendo víctimas también de la agresión de Rocha. 

Las denuncias que los testigos efectuaron al 911 en ese momento son reveladoras, según la fiscalía. "En las llamadas decían que un hombre se había resbalado con una motocicleta, que la mujer estaba muy mal. Que el hombre le estaba gritando muy agresivo y que tenía miedo de que se lleven su moto. Dicen que agarró a la mujer de los hombros y que la movía muy fuerte para que se despierte. La chica estaba desvanecida, no se podía agarrar. Él la insultaba, le decía que la iba a matar. Ella le decía que la espere porque iba colgando los brazos y las piernas. En un momento observó que el imputado le propinó un codazo en la zona de la boca y esto hizo que la víctima cayera nuevamente al suelo. Dijo que vio que Rocha la cacheteaba, que ella no se podía levantar, que la agarraba de los pelos para que se suba a la motocicleta y como no podía subirla, empezó a propinarle patadas mientras se encontraba en el suelo”, indicó.