Según datos oficiales de la Secretaría de Trabajo, el empleo asalariado registrado en el sector privado acumula una pérdida de 127.000 puestos desde septiembre del año pasado. En contraste, solo tres sectores mostraron mejoras desde diciembre de 2023: comercio, agro y pesca. Entre los tres, sumaron poco más de 44.000 empleos, una cifra que apenas compensa la mitad de lo perdido en otras ramas como la construcción e industria.
Cabe remarcar que, desde la asunción del presidente Javier Milei, la destrucción de empleo formal alcanzó los 95.000 puestos, con la construcción como el sector más afectado por la suspensión de la obra pública.
Según informó la Secretaría de Trabajo a partir de los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), el poder adquisitivo de los trabajadores asalariados registrados en el sector privado se contrajo 2,6% en el tercer mes del año.
El salario real privado sufrió en marzo su mayor caída desde 2023 y se perdieron 9.000 empleos formales
La caída del empleo contrasta con la tendencia de la última década. Entre 2012 y 2023, el empleo asalariado privado creció en promedio 30.000 puestos por año. Sin embargo, los últimos dos años marcaron una reversión neta de más de 115.000 empleos.
La precarización el otro gran flagelo
El número de trabajadores independientes bajo el régimen de monotributo creció un 58,8% en ese período. Hoy, más de 2,1 millones de personas trabajan bajo esta figura, sin derechos laborales plenos.
En marzo de 2025, siete de los catorce sectores relevados mostraron caída de empleo. Las mayores pérdidas ocurrieron en industria manufacturera, construcción, agro y enseñanza. Por el contrario, los rubros de comercio, gastronomía y servicios personales lideraron las (modestas) alzas.
La Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de la Secretaría de Empleo reveló que el empleo asalariado privado formal se redujo por quinto mes consecutivo en los principales aglomerados urbanos del país. Entre diciembre de 2023 y abril de 2024, la caída acumulada fue del 1,9%. Solo en abril, el retroceso se ubicó entre los más severos desde 2002, comparable únicamente con momentos críticos como la pandemia de 2020 o el colapso económico de comienzos de siglo. En términos interanuales, la baja fue del 1,2%.
Los datos del INDEC sobre el primer trimestre del año brindarán un panorama más completo de los efectos de la recesión. Según proyecciones privadas, el desempleo habría superado los mínimos históricos de diciembre pasado, cuando marcó un 5,7%.