Fernández, de 24 años, fue hallado culpable de estrangular a Pérez, de 32, con un cable. Inicialmente, el acusado intentó simular un suicidio, pero la investigación lo incriminó como el principal sospechoso.
Durante el debate judicial, la fiscalía y la querella presentaron pruebas contundentes que revelaron el patrón de violencia que sufría Vanesa. Familiares, amigos y vecinos declararon sobre el maltrato constante al que era sometida por parte de Fernández.
Asimismo, peritos del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) expusieron informes técnicos, incluyendo mensajes extraídos de los teléfonos celulares de la víctima y el imputado, que detallaban la violencia física y psicológica ejercida.
El móvil del crimen y la recreación de los hechos
El auxiliar de fiscal César Larry, quien solicitó la pena máxima, argumentó en sus alegatos de cierre que el móvil del crimen fue la decisión de Vanesa de interrumpir un embarazo. "Lidia Vanesa fue asesinada en un contexto de vulnerabilidad. Fernández la fue quebrando sistemáticamente durante la relación. Se fue alejando de sus vínculos y su vida se fue marcando con la violencia que sufría por parte del imputado", expresó Larry.
Se detalló que el 30 de diciembre de 2023, entre las 16:00 y 17:00 horas, Fernández estranguló a Vanesa Pérez con un cable alargador eléctrico. Tras asegurarse de que la víctima había fallecido, salió de la vivienda y le dijo a una vecina que Pérez se había ahorcado, para luego huir del lugar. La autopsia confirmó que la causa de muerte fue asfixia mecánica por estrangulación a lazo.
Este veredicto representa un paso importante en la búsqueda de justicia para Vanesa Pérez y un mensaje claro contra la violencia de género.