El reconocido investigador y periodista Fernando Stanich se desempeñó hasta este lunes como editor de la sección de Política de La Gaceta. Su colega Joel Katz fue hasta esta semana miembro redactor en la sección deportiva del mismo diario. Aunque cumplían roles distintos, en áreas distintas, a ambos profesionales los mantiene unidos una misma pasión: su amor por el periodismo, la verdad y la libertad de informar. A partir de hoy, también los une un mismo reclamo: ambos fueron despedidos de La Gaceta sin otro argumento más que el de trabajar en otros medios de comunicación.
"Deslealtad profesional". Así lo habrían nombrado desde la empresa para justificar sus despidos arbitrarios y escudarse para no pagar indemnización. Presuntamente, habrían aludido desde la patronal, el simple hecho de trabajar para otras empresas, o bien, encabezar proyectos de comunicación propios, es una causal de despido. Así lo denunciaron tanto Stanich como Katz en sus perfiles de X.
"Las autoridades de la Redacción decidieron despedirme ─y buscan no pagarme indemnización, lo que será discutido en el ámbito que corresponde─ solo por haber comenzado la co-conducción de un programa informativo en Canal 8 de una hora y media y a las 7 am". "Aclaro que conduzco un programa de radio en idéntico horario desde hace cinco años, sin ningún reparo previo y sin que esto implique ninguna contradicción o perjuicio para LA GACETA. A lo largo de estos más de 20 años dediqué mi vida a ofrecer el mejor periodismo posible, relegándome en infinidad de ocasiones y dejando de lado muchísimas falencias laborales y económicas propias de la empresa. Todo en nombre del periodismo, porque así lo concibo", expresó Stanich en un hilo de X que recibió cientos de reacciones, todas en apoyo al periodista y en contra de la actitud de la patronal.
Tengo 47 años y casi 21 los pasé dentro de LA GACETA. Hoy, las autoridades de la Redacción decidieron despedirme -y buscan no pagarme indemnización, lo que será discutido en el ámbito que corresponde- solo por haber comenzado la co-conducción de un programa informativo en Canal 8
— fernando stanich (@fernandostanich) July 14, 2025
"Lamentablemente, mi situación es la misma. La Gaceta decidió despedirme con causa porque el programa del que formo parte desde hace 5 años -antes de ingresar al diario- pasó de radio a TV, y lo consideran competencia. Me acusan de tener una conducta desleal. Cabe aclarar que los horarios no coinciden con mi trabajo en La Gaceta, y que además no soy trabajador de LG Play. Tampoco firmé jamás cláusula de exclusividad alguna, y los sueldos son bastante bajos como para exigir algo así", agregó Katz, también en su cuenta de X.
El problema pareciera ser el rol que ambos cumplen en El Matutino, el nuevo ciclo de Canal 8 que se emite de 7 a 8.30. Si bien ambos forman parte de ese proyecto desde hace 5 años -empezó como un programa de radio-, recién en 2025 pegó el salto a la televisión abierta. Allí empezaron las rispideces. Según el relato de los periodistas, la empresa interpreta que pasaron a formar parte de la competencia y eso los autorizaría a despedirlos sin indemnización. Ese argumento, además de absurdo, tiene varias inconsistencias. Vale aclarar, primero, que ninguno trabajaba para LG Play, el formato televisivo del diario; segundo, ninguno había firmado un contrato de exclusividad; y tercero, el horario de trabajo y la esencia de la función ejercida no se superponían con sus roles en La Gaceta.
"Aducen las personas que manejan la Redacción que mi comportamiento es desleal e incompatible, olvidando la libertad de trabajo consagrada en la Constitución y que mi rol en LG es el de editor de Política y que no tengo más que apariciones esporádicas ─no pagadas─ en LG Play. Más allá de lo jurídico y legal, el destrato, la inédita violencia y la persecución ejercidas contra mi persona implican un claro daño moral. LA GACETA me trata de desleal después de haber estado casi 21 años con una conducta intachable, asumiendo tareas que excedían a mi función y para la cual jamás recibí la paga correspondiente. Un ejemplo es el último verano, en el que me pidieron que quedara a cargo de la edición diaria de casi todas las plataformas durante enero. ¿Hace apenas siete meses no era desleal y merecía asumir esa responsabilidad?", se preguntó Stanich.
Por su parte, Katz manifestó sufrir en su cuerpo las consecuencias del estrés que provocan el destrato, la persecución y la pérdida de un empleo que siempre quiso. "Más allá del mal momento -llevo varios días con síntomas físicos producto de esta situación- y de los desmanejos, prefiero no darle más entidad a quienes no la merecen, y quedarme con las cosas buenas que me dejó el diario", sostuvo. Y añadió: "Lo que más duele hoy: perder la cotidianidad con gente a la que aprecio tanto. Colegas, compañeros, que pasaron a ser amigos, muchos de ellos muy cercanos. Eso es lo mejor que me dio el diario, y lo más importante que me llevo. Ahora, tocará pasar página y afrontar nuevos desafíos. Porque la pasión por el periodismo no me la va a sacar el bastardeo de algunos, cuya mirada de la vida se quedó en el pasado, tapada por el ego y la soberbia. El periodismo es lo que amo y lo seguiré haciendo, pese a todo", agregó.
La situación, lamentablemente, no es nueva en ese medio, ni tampoco en el resto de los medios de comunicación. Desde la Asociación de Prensa de Tucumán advierten que son constantes las presiones que las empresas ejercen sobre sus trabajadores para evitar que estos acepten otros trabajos. El absurdo de esta postura es absoluta en un contexto de precarización laboral y salarial en crecimiento. La exclusividad, además, es un derecho por el que se debe abonar la remuneración correspondiente. Por lo tanto, siempre que no haya superposición de horarios, falta de fidelidad o compromiso con los principios éticos y profesionales en relación con la objetividad, la imparcialidad y la veracidad de la información, no se puede esgrimir "deslealtad" para cesantear a un empleado sin su respectiva indemnización.
Lamentablemente, mi situación es la misma. La Gaceta decidió despedirme con causa porque el programa del que formo parte desde hace 5 años -antes de ingresar al diario- pasó de radio a TV, y lo consideran competencia. Me acusan de tener una conducta desleal https://t.co/Qijzb09DUl
— Joel Katz (@JKatzOk) July 15, 2025
La postura del gremio
Tras darse a conocer la noticia, la APT se declaró en estado de alerta y movilización "por el delicado contexto que atraviesan los medios de comunicación,
marcado por ajustes, despidos y presiones que buscan acallar voces
críticas y disciplinar a quienes sostienen día a día el derecho de la
sociedad a estar informada". "Nos solidarizamos con los compañeros despedidos, Fernando Stanich y Joel Katz, y con toda la redacción de La Gaceta. Hablamos de dos trabajadores de prensa que se desempeñaron con el profesionalismo que los caracteriza en un medio que decidió pisotear los derechos laborales más elementales", agregaron en un comunicado difundido este martes.
En este sentido, desde la Asociación de Prensa ratificaron su compromiso "inquebrantable" con la defensa de los puestos de trabajo, la libertad de expresión y el ejercicio digno del periodismo, e informaron que los abogados de la institución "ya están trabajando en este caso con el fin de que este atropello no quede impune". "No vamos a permitir que la persecución y el silenciamiento se naturalicen", subrayaron.
Por último, desde la APT convocaron a todos los comunicadores, periodistas y demás trabajadores de prensa a manifestar su repudio en contra del accionar de La Gaceta, que lesiona derechos fundamentales para el ejercicio de una prensa libre y un periodismo responsable. "No permitiremos que conviertan a los medios en espacios de persecución laboral. No aceptaremos que se pisoteen los derechos conquistados con años de lucha, y no vamos a mirar para otro lado mientras despiden a compañeros por el sólo hecho de buscar mejorar su calidad de vida y su crecimiento profesional y laboral. No nos quedaremos inmóviles ante la injusticia", sentenciaron.