El 22 de agosto de 1966, el decreto ley emitido por el presidente Juan Carlos Onganía ordenó el cierre de 11 de los 27 ingenios azucareros que funcionaban en la provincia. A 59 años de aquel decreto, en el Salón de la Memoria de la Legislatura, el vicegobernador Miguel Acevedo encabezó la apertura de la “Jornada de reflexión y conmemoración: el cierre de ingenios en Tucumán”.
Lo acompañaron Augusto Bellomio, director CCT CONICET NOA SUR; Fernando Longhi, Director ISES (UNT/CONICET); y Juan Carlos Veiga, director EUCyTV UNT.
El evento contó con la proyección de un fragmento de la serie audiovisual “Historia de un colapso. La industria azucarera en Tucumán”, de los investigadores Leandro Lichtmajer y José Villafane. Además, se realizó una mesa panel titulada “El colapso azucarero. Entre el análisis histórico y las miradas en primera persona”, con la participación de María Celia Bravo y Hugo Santillán, dirigente sindical y ex trabajador del ingenio Bella Vista.
El vicegobernador Miguel Acevedo abrió la jornada destacando la importancia del encuentro: “Una vez más, desde Buenos Aires, sin conocer nuestra realidad, se tomaron decisiones que afectaron a un pueblo, a una provincia y a sus habitantes. Decisiones que obligaron a cientos, a miles de tucumanos al desarraigo, a irse en muchos casos al conurbano bonaerense, dejando familias destruidas”.
“Hoy en esta sociedad compleja en la que vivimos, muchas veces no se analiza ni se ve lo que nos pasó, y hasta nos olvidamos de hechos como este, que fueron muy significativos para la historia de Tucumán. Celebro que estemos todos dispuestos a hablar, a ver, a reflotar y a transmitir lo que significó eso para Tucumán. Todo esto ayuda a pensar el Tucumán que fuimos, el Tucumán que somos y el Tucumán que queremos ser”, concluyó el vicegobernador.
Augusto Bellomio, director del CONICET NOA SUR, enfatizó la importancia de la memoria y el rol de la ciencia: “Es muy importante que tengamos presente lo que pasó en ese momento, el colapso de una industria que fue la más importante de nuestro país. Se decidió por decreto cerrar los ingenios, dejando a tanta gente en la calle. Debemos pensar en el futuro y que la industria sucroalcoholera tiene que reconvertirse. Desde la ciencia podemos aportar con investigación para que sea sustentable, amigable con el medioambiente y que pueda seguir generando trabajo”.
Leandro Lichtmajer, codirector de la serie, describió el trabajo audiovisual: "Lo que presentamos es una serie de capítulos breves sobre el colapso azucarero, que se inicia con el cierre de ingenios del decreto de 1966 de Juan Carlos Onganía y que finaliza dos años más tarde con el cierre de 11 ingenios en la provincia. La serie es producida por el Instituto Superior de Estudios Sociales y el Instituto de Investigaciones del Lenguaje y la Cultura, ambos de la UNT y el CONICET, junto con la Escuela de Cine de la Universidad Nacional de Tucumán".
Por su parte, María Celia Bravo, investigadora, remarcó la importancia de la jornada para el análisis histórico: “Para nosotros es muy importante porque implica revisar, reflexionar, reconstruir una historia que los tucumanos conocemos poco y ver sus efectos. Es interesante ver las claves y revisar los niveles de destrucción. Consideramos que mucho del Tucumán de hoy, de las incapacidades del Tucumán de hoy, tienen que ver con esa destrucción”.
Finalmente, Hugo Santillán, ex trabajador del ingenio Bella Vista, brindó su testimonio en primera persona: “Fueron fechas muy dolorosas, de mucho sufrimiento. Yo fui un trabajador esa noche que la Federal entró al ingenio y cerró. Vi muchas lágrimas, mucha bronca”./legislaturadetucuman.gob.ar