“Todas las víctimas son de la localidad de Ranchillos y se conocen entre sí, incluso, un menor no quiso declarar en Cámara Gesell por estar atemorizado”. Con estas palabras, el auxiliar de fiscal, Alejandro Nader, en representación de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I, que conduce María del Carmen Reuter, expuso los motivos para solicitar la prórroga de la prisión preventiva que viene cumpliendo un sujeto, apodado “Ñero”.

Está acusado por los delitos de hurto, robo agravado con arma blanca en grado de tentativa y amenazas, hechos ocurridos los días 20 de abril, 12 y 13 de mayo, del corriente año.

Durante los allanamientos practicados para su detención fue encontrado el “machete” que utilizó para atemorizar a las víctimas. Por lo expuesto, y ante la posibilidad de una salida alternativa (juicio abreviado), la jueza actuante resolvió otorgar el plazo peticionado de la prisión preventiva por 10 días.

Peligroso accionar

El domingo 20 de abril de corriente año, a las 03:00 horas aproximadamente, “Ñero” y otro cómplice ingresaron a la vivienda de la víctima (femenina) en el barrio Trivento de la localidad de Ranchillos por el patio de la misma, dado que no posee cerramientos y sacaron de la galería un secarropas, una mesa de plástico y un cajón de envases de cervezas dándose a la fuga a pie.

El lunes 12 de mayo, siendo las 23:30 horas, aproximadamente el acusado interceptó a un adolescente en las inmediaciones de su vivienda (del barrio arriba mencionado) y le mostró un arma blanca tipo machete y le dijo: “Si no me das el celular, te voy a matar”, ante el temor infringido el menor salió corriendo hasta su domicilio no pudiendo el imputado apoderarse del teléfono por razones ajenas a su voluntad.

El último hecho ocurrió el martes 13 de mayo, entre las 21:00 y 21:30 horas, cuando “Ñero” se dirigió nuevamente al inmueble del menor y le expresó a su tía: “Ya sé que me pusieron una denuncia ya lo voy a buscar a mi hermano y los voy hacer a..”, mientras con un arma blanca (tipo machete) rozaba las rejas de ingreso de la vivienda, generando con ello un temor fundado de la mujer de sufrir un ataque a su integridad física./MPF