Aunque Martínez aseguró que la CGT prefiere la negociación y el rol de actor de gestión, enfatizó que la falta de un diálogo efectivo cerrará las puertas a la paz social. "No queremos ir al conflicto, pero si se nos cierran todas las puertas y no nos dan garantías vamos a utilizar todas las herramientas que tengamos en la defensa de nuestro derecho", declaró.

El sindicalista cuestionó duramente a los funcionarios a cargo de los borradores, como Federico Sturzenegger, señalando su falta de experiencia práctica. Martínez afirmó que estos referentes "no saben lo que es pagar un salario, lo que es discutir un convenio colectivo de trabajo", y que, si bien respeta su capacidad intelectual, "no entienden lo que significa la modalidad laboral en la Argentina".

La CGT manifiesta profunda preocupación por los puntos que podrían incluirse en la reforma, como los bancos de horas, los salarios dinámicos y la habilitación de convenios por empresa, ya que podrían debilitar la negociación colectiva sectorial. Martínez concluyó que, ante un panorama económico duro y sin diálogo garantizado, la central obrera necesitará "unidad y fortaleza" para actuar.