El niño fallecido vivía junto a sus dos hermanos bajo el cuidado de un tío, debido a problemas familiares previos relacionados con adicciones. El adolescente buscado, identificado por allegados como "B.", era una visita frecuente del domicilio, donde se quedaba a dormir y mantenía una relación cercana con los tres menores.
El adolescente desaparecido
Según los primeros datos, la situación se desencadenó cuando el adolescente regresó a su propia casa alrededor de las 7 de la mañana en un estado de evidente alteración.
Habría dicho a su madre que había “cometido un error”. Minutos después salió nuevamente, apagó su teléfono y desde entonces no se conoce su paradero.
La situación se agravó al trascender que el joven habría enviado mensajes a una tía en Buenos Aires manifestando intenciones de quitarse la vida y pidiendo disculpas. También le habría pedido a su hermana que la familia “se vaya a vivir a otro lugar”.
Su hermana contó que el adolescente había recibido asistencia psicológica por episodios de angustia, aunque aclaró que “no era violento” y que sus crisis solían resolverse saliendo a caminar. “Él abrazaba a mi mamá y le pedía perdón. Estaba vestido todo de negro cuando salió. No sabemos nada de él”, relató.
Investigación con hermetismo
Las circunstancias exactas de la muerte del niño no han sido difundidas. La Policía y el Ministerio Público Fiscal (MPF) trabajan con estricta reserva, concentrados en analizar testimonios, los movimientos de los menores y posibles situaciones de conflicto dentro del grupo.
Mientras tanto, en la zona acordonada, numerosos vecinos expresaron su pesar, señalando que los menores eran muy conocidos en la comunidad y recibían apoyo vecinal debido a su situación de vulnerabilidad.
