En zonas como Los Arroyos, las plantas se están secando y la hoja se cae antes de ser recolectada. Se estima que hay miles de hectáreas afectadas en toda la región.

 Los productores no cuentan con dinero para contratar al personal necesario. Al no poder pagar sueldos, la dotación de trabajadores se ha reducido drásticamente, lo que retrasa aún más la cosecha.

El precio por kilo que reciben los productores (entre $100 y $115) no alcanza para cubrir insumos básicos como el gasoil o el pago a los hachadores.

El rol del Fondo Especial del Tabaco (FET)

La principal causa de la crisis es la demora en la llegada de los recursos del Fondo Especial del Tabaco. Según los productores, aunque existen planes presentados, la ayuda financiera no llega a tiempo. Advierten que si el dinero no aparece de forma inmediata, la producción restante se perderá debido a las altas temperaturas.

Referentes del sector, como el productor Raúl Manjiafigo, denuncian un abandono por parte de las instituciones:

Gremios y Cooperativas: Acusan falta de comunicación y de planes de contingencia para salvar la campaña.

Deudas pendientes: Las cooperativas arrastran deudas del año pasado, lo que imposibilita la entrega de adelantos o asistencia financiera para la cosecha actual.

Impacto social y económico

La actividad tabacalera en el sur provincial abarca unas 4.500 hectáreas y produce cerca de 8 millones de kilos. Al ser una economía regional que genera una gran cantidad de empleo estacional, su caída afecta directamente el sustento de miles de familias rurales que no tienen otras fuentes de ingreso.

Los productores solicitan asistencia financiera inmediata antes del próximo lunes, advirtiendo que el calor extremo acelerará la destrucción de lo poco que queda en los campos.