Por su accionar contestatario frente a los represores, sufrió cárcel y tortura. Una de las últimas acciones públicas de Hugo Andina Lizárraga fue como testigo en el juicio “Operativo Independencia”. En una crónica publicada por La Gaceta en agosto de 2016, se lee:
Andina Lizárraga, secuestrado en marzo de 1975, pasó también por el centro clandestino de la Jefatura de Policía y por diversas cárceles tras ser puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) Fue liberado en 1982. Hizo hincapié en lo sucedido en el establecimiento famaillense. “Nos pusieron en una sala y volvieron a buscarme. Me preguntaron qué relaciones políticas tenía con determinadas personas. Habrá habido 15 o 20 personas. Me hacían simulacro de tiros en la cabeza. Me llevaron a un lugar para torturarme, tengo la marca de la picana eléctrica”, describió abriéndose la camisa y exhibiendo parte del pecho.
El defensor Mario Leiva Haro preguntó al testigo si había formado parte de la Comisión Obrera Estudiantil y el hombre respondió que había sido fundador y que organizaban manifestaciones, por ejemplo, durante El Tucumanazo. El letrado consultó si instalaban barricadas en las calles y Andina Lizárraga asintió. El abogado insistió: “¿Ejercían acciones violentas?”. “Si reclamar justicia a los gritos es violencia…”, ironizó el testigo. Leiva Haro citó una entrevista periodística en la que se mencionaba que el hombre habría dicho que en esas manifestaciones se arrojaban bombas molotov. “Éramos 4.000 o 5.000, era imposible distinguir quién las tiraba”, respondió el dirigente.
El defensor le preguntó si esa era una forma de lucha. Chit se opuso a este interrogante. “¿San Martín fue terrorista? Porque se levantó en armas contra un gobierno. Si a usted le asaltan su casa, ¿se quedaría de brazos cruzados? No, reaccionaría como cualquier ser humano para defender sus derechos. Defendíamos nuestros derechos constitucionales. El 1930 a Yrigoyen lo derrocaron y no existían la guerrilla ni la subversión. En 1955 tampoco había y derrocaron a Perón (…). Los únicos terroristas fueron los que usaron las armas que les daba la patria. Deberían ser juzgados los que no respetaron la voluntad popular”, afirmó Andina Lizárraga.
Sus restos son en Jujuy al 500 desde las 14. El sepelio será a las 19.
