Cuenta con un equipo profesional de primera línea e instalaciones que es muy difícil encontrar inclusive en los principales centros asistenciales de la provincia.

La excelencia, la experiencia, la capacidad, el empeño, la solidaridad, los servicios, la salud, la limpieza, todas estas palabras, y más, sin dudas formarían parte de una publicidad de alguna empresa privada dedicada al rubro de la salud. Sin embargo, todos estos términos y más, le caben para definir el trabajo y las prestaciones que hace mas de 14 años realiza la Fundación Servicios Solidarios (Fu.Ser.Sol), ubicada en la localidad Villa Clodomiro Hileret, departamento Río Chico, a cientos de personas que sufren algún tipo de discapacidad.

Desde su creación el 20 de marzo de 1998 Fu.Ser.Sol, se ha convertido en la única organización en su tipo dedicada a la asistencia de individuos con diferentes grados discapacidad que viven en sur de la provincia. Con gran esfuerzo y coraje, sin claudicar ni un instante, sus miembros fundadores Blanca Zamorano, actual presidenta, Francisco Arguello secretario y Walter Leales tesorero, fueron los que impulsaron, junto a otras personas, la creación de este espacio que según comentaron, “nació como un sueño que con mucho sacrificio se convirtió en una realidad”.

El imponente y moderno edificio erigido, donde años atrás funcionaba una comisaría ubicado en calle San Martín s/n, llama rápidamente la atención de los transeúntes ya que contrasta con las viejas y descascaradas casonas que aún siguen en pie y que reflejan borrosamente la importancia que supo tener a principios del siglo pasado la olvidada e histórica, Villa Clodomiro Hileret, ubicada a unos 8 kilómetros sur de la cuidad de Aguilares.

En este centro de atención, que abre sus puertas de lunes a viernes de 8.00 a 19.00 diariamente unas 200 personas, entre niños, adolescentes y adultos, son atendidos por un staff de 60 personas que comprende médicos en distintas especialidades, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, profesores, choferes, entre otros y que a lo largo de los años se han transformado en una gran familia que ayudan, sin escatimar trabajo, a mejorar la calidad de vida de las personas tanto con dificultades psíquicas como físicas.

“Aquí llegan diariamente unas 200 personas grandes y chicos, y dependiendo de su patología son atendidos en algunos de los 4 centros de la Fundación: el Centro de Diagnóstico y Rehabilitación, el Centro Educativo Terapéutico, el Centro de Día y el Centro de Estimulación Temprana. La persona ingresa y un cuerpo de profesionales realiza el diagnóstico. Luego de esa evaluación hecha por el equipo interdisciplinario el paciente es derivado al centro que corresponda” indicó Julio Atilio Ibáñez, médico fisiatra y Director General de FU.SER.SOL.

Uno de los objetivos primarios de la organización además de la excelencia en su atención, es que las prestaciones sean gratuitas para las personas que no cuentan con recursos económicos, teniendo en cuenta el contexto socioeconómico que los rodea. Esta zona del sur de la provincia en los últimos 40 años ha sufrido el cierre de importantes fabricas azucareras, como así también en la crisis desatada en Argentina en 2001 llegaron a tener hasta un 50 por ciento de personas desocupadas.

“A pesar de todas las vicisitudes que nos tocaron vivir siempre le pusimos el hombro. Soñábamos con tener un lugar para contener a las personas discapacitadas pero con la mayor complejidad posible y lo hemos logrado. A nuestra institución llegan pacientes de Monteagudo, Aguilares, Alberdi, La Cocha, entre otras localidades, porque conocen del nivel de profesionales y de recursos que poseemos y con orgullo debo decir que no hay otra igual en la provincia. Lo primordial para nosotros es que los servicios tengan estándares del alta calidad”, explicó, Francisco “Ludo” Arguello, uno de los miembros fundadores.

Otro de los puntos importantes para resaltar y que ofrece la entidad es el servicio de guardia de kinesioterapia que cuenta con salas y consultorios donde se realizan tratamientos ambulatorios de alta complejidad, como la aplicación de rayos láser, onda corta, laboratorio de marcha suspendida, fisioterapia, electroestimulación, todo para personas con dificultades en sus miembros, además de un área especifica de estimulación temprana dirigida a niños de cero a cinco años.

“La estimulación temprana es un servicio muy importante, allí trabajamos con los niños mas pequeñitos y su relación con la madre, para desarrollar los estímulos psicomotores, es decir en patologías mentales o motoras y prepararlos para el ingreso escolar. También contamos con un gabinete de profesionales donde funciona una Cámara de Gesell que sirve para observar la conducta en niños sin ser perturbados o que la presencia de una persona extraña cause alteraciones”, señaló Ibáñez, Director General de la Fundación.

Por otro lado, Ibañez, resaltó el trabajo que se hace en el Centro de Día San Expedito, que funciona de lunes a viernes de 8.00 a 15.00 y en el cual los especialistas de las áreas de kinesiología, psicomotricidad, profesores de educación física, entre otros, brindan un tratamiento rehabilitador individual necesario de acuerdo con las patologías de los pacientes.

Se desarrollan acciones tendientes a fortalecer los vínculos familiares del grupo de pertenencia del discapacitado, y de los distintos grupos familiares entre sí, para lo que se utilizan técnicas específicas que dinamizan el funcionamiento grupal. El carácter solidario se percibe rápidamente ni bien se ingresa al inmueble, todo está construido y diseñado para que nadie se perciba diferente. Las aulas, los baños, las salas de talleres, los juegos, las canchas deportivas, la iluminación y hasta los colores que se aplicaron en las paredes tienen una razón de ser. Y esa razón es que quienes se sacrificaron para concretar esta obra tuvieron una visión abarcativa entregando todo al servicio de la gente, con una sola misión, la prevención y la inclusión de las personas con discapacidad o minusvalía.

Blanca, una mujer que supo luchar contra la adversidad

Blanca Nilda Zamorano es la presidenta y fundadora de Fu.Ser.Sol. Supo ganarse la vida desde muy joven como partera, trabajó en diferentes instituciones y hospitales de Tucumán e inclusive en un establecimiento minero en el límite con Bolivia llamado El Aguilar.

A pesar de sus años, que no preguntamos por razones obvias, su agilidad y su memoria son sorprendentes. Rodeadas de papeles debido sus responsabilidades, siempre está dispuesta a recibir amablemente algún paciente o persona que necesita de su ayuda. Blanquita, como le dicen sus allegados, nos recibió en la sala de reuniones que posee la Fundación, para conversar, entre café y bollo casero caliente, con el equipo de periodistas del Semanario 200.

200: ¿Cómo y cuándo nace la Fundación? Blanca Zamorano: En 1997 comenzamos a hacer un relevamiento, junto a un equipo de profesionales pertenecientes al hospital Avellaneda (San Miguel de Tucumán). El resultado arrojó que había unos 200 niños con alguna discapacidad. Viendo la realidad decidimos formar la institución y obtuvimos la personería jurídica el 20 de marzo de 1998.

200: ¿Qué los movilizó a crear la institución? Blanca Zamorano: Me movilizó mi profesión de partera que años atrás le decían “matrona”, me tocó trabajar en diferentes instituciones y hasta en el complejo minero “El Aguilar” ubicado en noroeste de la provincia de Jujuy casi al límite con Bolivia. Vi muchas mujeres embarazadas y nacimientos a los largo de los años pero también veía sus necesidades. Recuerdo que una vez visité a una madre que tenía a su hijo dentro de un cajón porque poseía una discapacidad. Antes, no hace mucho, la gente trataba de esconder a un hijo con cierta patología porque les daba vergüenza. Esta realidad nos llevó a trabajar en la concientización dentro de la localidad de Santa Ana y lo sorprendente es que unos 25 jóvenes se sumaron espontáneamente, y comenzamos con esta “patriada”.

200 ¿En esta parte de la provincia, existen muchas personas con capacidades diferentes? Blanca Zamorano: Existen como en toda la provincia. Los números varían pero esencialmente son parecidos. Nosotros trabajamos aquí y tratamos de solucionarles los problemas a las personas en especial a los niños. Lo que si detectamos es una mayor cantidad de discapacitados, sobre todo menores, cuando el Gobierno entregó las pensiones por discapacidad. Las mamás, por necesidad o por una toma de conciencia, nos traían sus chicos hasta nuestra institución para que los atendiéramos.

200: Respecto al moderno edificio que poseen ¿cuándo comenzaron con la obra?

BZ: Bueno eso surgió casi en el mismo momento que nos propusimos crear Fu.Ser.Sol, nos preguntamos ¿tenemos que tener una sede? Así que un comisario de Villa Hileret, nos informó que ellos se trasladaban a otro lugar en la localidad de Santa Ana. Este era un pequeño edificio que teníamos que remodelar, pero antes tuvimos que peregrinar por los pasillos de la Casa de Gobierno y logramos que el Poder Ejecutivo nos haga un anteproyecto para que el predio pase a nuestras manos, previa aprobación del proyecto de ley en la legislatura. Los legisladores estudiaron nuestra propuesta teniendo en cuenta el lugar donde queríamos instalar la organización. Un lugar golpeado por la pobreza y la desocupación, y de esa manera nos cedieron el predio con escritura incluida, por supuesto. Luego con ayuda del gobierno provincial y nacional, sobre todo, en los últimos 10 años pudimos construir el edificio y diseñarlo arquitectónicamente con todas las normas que nos exigen para que nuestros pacientes no sufran ningún tipo de problema.

200: Además de contar con una infraestructura edilicia única en la provincia ¿Cuentan con móviles preparados para el traslado de los pacientes?

BZ: Contamos con 6 móviles propios de traslados, todos modelos nuevos equipados para trasladar a nuestros pacientes a las diferentes localidades del sur de la provincia. Además dentro de unos días desde el Gobierno Nacional nos enviarán una nueva unidad con mayor capacidad. Y aprovecho para agradecerle a la señora Presidenta por esa donación.

200: ¿Para usted qué significa la discapacidad?

BZ: La discapacidad es algo tremendo y lo digo por la cantidad de personas que en mi familia que son discapacitados o también por mi actividad como partera que me tocó recibir a muchos chicos con problemas neurológicos y no por mala praxis sino por cosas del destino. Muchas veces los bebes no nacen con la maduración necesaria, eso les provoca algunas secuelas neurológicas o motrices y lo lamentable que en muchos de los casos no se puede hacer nada. Por eso insisto, nuestra organización le presta una mayor atención a la estimulación temprana porque allí esta la clave para que logren una mejor calidad de vida.