En la peatonal Muñecas, casi llegando a San Martín, está al lado de un arbolito la imagen de la Virgen de Urkupiña. Cuenta la historia que una pastorcita –cuyo nombre no está registrado- mientras cuidaba sus cabritas se le apareció: “la Señora”. Por su cultura no identificaba a la Virgen. Varias veces la visitó, tenía un niño en brazos que lo bajaba para que jugara con ella. Un día contó su experiencia, pero sólo generó incredulidad, porque nadie entendía que alguien podía aparecer de la nada, con un hijo en brazos y hablar con esta pequeña pastorcita.
Hasta que fueron a verificar los relatos y supieron que era cierto. El doctrinario (hombre que impartía la doctrina cristiana sin tener rango eclesiástico) verificó que era la Virgen y supieron que ahí -en Quillacollo, Bolivia- cerca de Cochabamba, había aparecido la Virgen con el Niño.
Hoy la imagen de la Virgen de Urkupiña está posada ahí, en la peatonal Muñecas. La gente circula intensamente por las calles de la ciudad, la convocatoria comercial es profusa y el gentío camina rápido e indiferente. Solo los humildes la tocan, a la Virgen y al Niño, se persignan ponen algunas moneditas y siguen su camino.
Noemí Ortiz tuvo una hija que en otro tiempo tuvo un problema de salud, como madre desesperada le pidió ayuda a la Virgen y Ella la ayudó. Salió su nena del problema y ahora en gratitud se dedica a parte de su tiempo para hacerla conocer y difundir la obra.
¿Por qué la Virgen de Urkupiña está en Tucumán?
Por devoción, por devoción. Creo que María no pertenece a ningún país en particular sino que es universal y ¿por qué no? si ella quiere estar aquí.
¿Cómo conseguís la imagen de la Virgen?
Concurro a un recinto donde está Ella. Actualmente se encuentra en la calle Bolivar 1637. Es un salón donde están haciendo las misas siguiendo la tradición de ella. Se la festeja alquilando los salones, haciendo la fiesta. El 15 de agosto es la fiesta patronal.
¿Qué se hace ese día?
Se hace la misa, la procesión, concurren imágenes de distintos lugar que la tienen a ella. Se enteran y la traen a las imágenes con ellos.
¿Cómo es la historia de esta Virgen?
Ella se manifiesta en Quillacollo, Bolivia, y se traslada luego a Cochabamba en épocas de la colonia, Urkupiña en voz quechua significa “Ella está en los cerros”. En un comienzo no es bien aceptada por el tema de que se mezclan con los ritos de la Madre Tierra. Pero luego se la va aceptando por la cantidad de fieles y devotos que ha llevado a los brazos de la Iglesia.
¿Los transeúntes aportan?
La gente más humilde es la que colabora. De lo poquito que tienen lo dan con el corazón. Es para bendición del Señor cuando uno da sin medir, sin calcular, sin esperar: dona.
¿Cómo llegas vos?
Llego buscándolo al sacerdote por el problema con mi hija, un problema de salud. Ahí ha mejorado. Los médicos no sabían qué es lo que tenía. No le quería dar la medicación que le daban. No quería tener una hija que esté durmiendo todo el tiempo. Así que decidí no dárselo y busqué el camino de la fe.
¿Cómo te ayuda la Virgen?
Me ayuda a seguir adelante. Ella ha curado a mi hija que es sana actualmente. He estado con gente que manifestaba los mismos síntomas y los niños son autistas y ella ya no, es normal.
¿Qué dice el Episcopado?
No he preguntado, simplemente he venido, el sacerdote ha apoyado la idea de traerla acá.
¿En Bolivia cómo la ven?
La Iglesia boliviana no la resiste, esto data de la época de la Colonia. A las cosas antes no se las registraba de manera escrita. Había otros tumultos en esa época y va pasando de boca en boca. ¿Tenés la credencial, disculpá?
Sí, como no. Soy de primerafuente.com.ar ¿qué pensabas?
No, sino que muchas veces viene gente de mala intención.
¿Quién trabaja los ornamentos de la Virgen?
Mucha gente, los que concurrimos a las misas. Obviamente no lo hacemos con las manos sino con los aportes económicos. Las cosas son de allá, de Bolivia, porque la tela y las cosas acá no se consiguen lo hacen artesanos de una calidad que tiene que ver con el amor que se pone para la Madre. Todo se hace allá. Se lo manda a hacer en Bolivia.
¿Cómo llega la imagen de la Virgen a Tucumán?
En los tour de esos que se hacen a Bolivia iban sacerdotes invitados. Una vez, un sacerdote, que ve un poquito más allá de lo que vemos nosotros, la había visto a la Virgen. La conocía y cuando estaba allá, pregunta si estaba a la venta la imagen y le dicen que no, que esa imagen había sido encargada y pagada pero nunca retirada y que no la quería vender. Iba a esperar un poco más hasta que otro sacerdote, que la había encargado, volviera. Tiempo después vuelven a verla y todavía no la habían retirado. Insiste con la propuesta de la compra. Preguntan de dónde era el hombre que la había encargado y le dicen que era de Tucumán. Entonces el vendedor entrega a la imagen –ya sin cargo- diciendo que la Virgen quería ir a Tucumán y desde ese momento está acá. Siempre se le ha venerado pero nunca había trascendido más allá de los que estábamos en la parroquia.
¿En qué consiste el evento del 15 de agosto acá en Tucumán?
Se hace una procesión, una misa y danzas típicas de Bolivia. Esto sucede acá, en la misma calle. Incluso han cortado la calle por la cantidad de gente que participa de la procesión. El año pasado vinieron de Banda del Río Salí y de otros lugares con imágenes pequeñas y más grandes de la Virgen. Este año esperamos que crezcan porque ella va creciendo a medida que los fieles la van aceptando. La gente viaja a distintos lugares donde la ha conocido, Salta, Jujuy pero ahora sabiendo que está acá pienso que van a concurrir más.
Félix Justiniano Mothe