Consultado sobre esta cuestión, el jefe municipal restó importancia a la polémica que giró en torno de su tratamiento en la sesión del jueves - fue presentado sobre tablas aunque el bloque había acordado no tratarlo-, y aseguró que “es una necesidad imperiosa para la ciudad”.
La construcción de la central supone una violación del Código de Planeamiento Urbano, por lo cual necesitaba que el Concejo aprobase una excepción al mismo, lo que ocurrió en la última sesión. De este modo, y sin haber pasado por las Comisiones pertinentes se autorizó a la empresa para continuar con la obra.
Para Amaya, la central en cuestión representa “una necesidad para la comunidad”. “Si esa obra no se lleva a cabo hay un vasto sector de la zona sur que tendría problemas constantes con el suministro de energía”, agregó.
Asimismo, el mandatario descartó que la planta de abastecimiento energético, instalado en barrio Sur, pueda generar problemas ambientales. “No perjudica ambientalmente, sólo va a dar potencia al crecimiento de este sector de la ciudad”.
Por último adelantó que se realizarán “importantes” inversiones en materia energética.